Te ofrezco, ¡oh Dios!mi fortuna, mi tiempo, mi libertad,mi reputación, mi cuerpo,mi alma, mi vida;me entrego todo, sí todo, sin excepción.Dispón pues de míy de todo lo que es mío,según te plazca.Yo no tengo ahora otro pensamiento,otro deseo,que el de contribuir a tu gloriasegún la medida completade mis medios y mis fuerzas. (Juan María)
Frente a los interrogantes y a las dudas del mundo, una Comunidad feliz y unida ofrece el testimonio irrecusable de unos hombres a quienes el voto de castidad no ha disminuido ni entristecido, por el contrario, ha contribuido a ensanchar y colmar plenamente su corazón.
Si quieres sinceramente hacer progresos en la perfección, humíllate de tus miserias, pero no te desanimes y no te imagines que la inconstancia sea su remedio.
1957: Maudan-Jean Arzel1975: Pierre Moreau (Pierre-Gabriel)1994: Georges-Étienne Boucher (Célestin-Émile)2019: Marcel Denicourt (David-Thomas)