Señor Jesús, al comenzar el día,te ofrecemos nuestra vida entera.Que el amor fraterno reine entre todoslos que formamos comunidad.Que cada uno se sienta felizcon la alegría de los demás,y sufra con sus penas.Que todos nos prestemos ayuda mutuapara ir a Dios y realizar su obra cada día.Que no existan jamás entre nosotrosni contiendas ni rivalidades,ni secretas envidias, ni palabras duras.Aparta de nosotros, Señor, todo lo que hiere,todo lo que divide,todo lo que altera la caridad.Haz, Señor, que hoy y siempreintentemos ayudarnosunos a otros a ser santos.Que todos vivamos hoy con dulzura,paciencia, humildady fidelidad a tu Palabra.(Regla de 1835)
Hermanos y Laicos menesianos se comprometen a rezar por las vocaciones: «Dios mío, tú sabes cuántas veces, a la vista de esta inmensa mies de la que habla tu Evangelio, te pido obreros para recogerla».
Creo que no te mantienes suficientemente en guardia contra tu imaginación, y que eres demasiado susceptible: serías el más feliz de los hombres si obrases con más sencillez con todo el mundo, y siempre con espíritu de fe.
1965: Alcide-Marie Marineau1968: Jean Hascoët (Jean-Baptiste de la Salle)2009: Jacques Poulain (Amédée-Victor)