Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos.Jesús les dijo entonces esta parábola: Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: «Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido».Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.Y les dijo también: Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: «Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido».Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte.
“En el aula, en la escuela, en la familia, en su lugar de misión, el menesiano es el buen pastor que cuida a sus ovejas y conoce a cada una por su nombre. Cuando llega el lobo, las protege y defiende. Si una se pierde, está preparado para ir a buscarla. Cuando la encuentra, la carga en sus hombros, lleno de alegría. También se preocupa por las ovejas que todavía no pertenecen a su rebaño y se esmera en hacer todo lo posible para reunirlas en el mismo redil.Esta es la comunidad de buenos pastores que querían Juan María de la Mennais y Gabriel Deshayes cuando fundaron nuestra Congregación.Esto es lo que se refleja en el Tratado de Unión, firmado el 6 de junio de 1819, en Saint-Brieuc, donde se comprometieron a poner en común sus energías para «proporcionar a los hijos del pueblo, especialmente a los del campo bretón, sólidos y piadosos maestros».¡Qué magnífica parábola de fraternidad nos legaron nuestros dos Fundadores! ¡Una herencia para hacerla crecer y transmitirla en modo Familia menesiana! ” (H. Hervé Zamor. Al servicio de la fraternidad)Con sus actitudes hoy en día las Comunidades Educativas Menesianas ¿van tras la oveja perdida?¿Piensas que la Familia Menesiana de hoy es fiel a esta parábola de Jesús?
Contaremos una a una estas tiernas ovejas que has puesto bajo nuestra custodia y las defenderemos de los ataques, sin cesar renovados, a los que están expuestos. Oh Dios mío, protégelos, protégenos a todos; no esperamos nada de los hombres; en Ti sólo está nuestra esperanza; no será confundida» (Retiro a los sacerdotes de Saint-Méen, Ploërmel, 1825)
Si un hombre tiene cien ovejasy pierde una sola de ellas¿acaso no corre a buscarlay deja las otras hasta que la encuentra?Y en hombros la lleva a su casay lleno de alegría a los suyos comenta: “¡Alégrense todos conmigo,la oveja perdida he traído de vuelta!Así, hay alegría en el cielopor un solo pecador que se convierta.Hay más, más alegría en el cieloque por el resto de justosque en Dios esperan.Si en casa una mujer perdierade diez una sola moneda,¿acaso no iría alumbrandoy barriéndola toda hasta que apareciera?Entonces saldría a la calley llena de alegría a vecinas dijera:“Alégrense todas conmigo,que hallé la moneda que se me perdiera”.