Natividad del Señor

1818 – En la capilla del Refugio de Saint-Brieuc, se consagran las tres primeras religiosas de la Providencia: Cartel, Conan y Chaplain.

María, aceptaste ser la madre de Jesús,
El Hijo de Dios
y cumpliste fielmente
tu santa misión.
Intensa fue la vida de familia
en tu hogar de Nazaret.
María, velaste con amor 
por tu familia y por tu casa,
Fuiste ternura a manos llenas 
hacia los tuyos,
Acunaste y guiaste los pasos 
de Dios hecho niño,
Acompañaste estremecida 
su desarrollo y crecimiento
y lo viste partir, dispuesta 
siempre a los planes de Dios.
María, enséñanos a valorar 
y dignificar la vida de familia;
muéstranos el camino
del diálogo y la comprensión;
haz que aprendamos a escucharnos
y a querernos incondicionalmente.
María, cuida de cada una
de nuestras familias,
como cuidaste de tu familia de Nazaret.

  • Para que le dejemos un lugar a Jesús en nuestra vida.
  • Por la paz en el mundo.
  • Por todos los niños de nuestros colegios, para que vivan seguros y en paz.
  • Por todas las familias, para que sigan el modelo de la Sagrada Familia de Nazareth.

La pobreza religiosa se inspira en la actitud fundamental de Jesús, quien “a pesar de su condición divina, no se aferró a su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, haciéndose uno de tantos». Renunció así a toda voluntad de poder y aceptó su dependencia con respeto a Dios Padre. Mediante un desprendimiento análogo, el Hermano se compromete humildemente a
seguir más de cerca a Cristo en su pobreza.

Permanezco dormido en el seno de la Providencia como un niño, y cuando llegue la hora de despertar, diré desde el fondo del corazón a mi buena Madre: Aquí estoy, vengo a hacer tu voluntad.

1957: Ismael Bernard
1965: Athanase-Joseph Moffat
1987: Jean-Paul Grall (Jean-Michel)
1996: Fernand Gauthier (Germain-Eugène)