Josué 24, 1-13Salmo 135, 1-3. 16-18. 21-22. 24
Se acercaron a él algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron:¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?Él respondió: ¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne?De manera que ya no son dos, sino una sola carne.Que el hombre no separe lo que Dios ha unido.Le replicaron: Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?Él les dijo: Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era sí.Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.Los discípulos le dijeron: Si esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse.Y él les respondió: No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido.En efecto, algunos no se casan, porque nacieron impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos. ¡El que pueda entender, que entienda!
Los fariseos del relato no se acercan para escuchar sus enseñanzas, sino para ponerlo a prueba, para tenderle una trampa.Entre los sabios judíos de la época había discusión por los motivos por los que se podía repudiar a la esposa y mandarla de vuelta a la casa de los padres:Para los seguidores del rabino Hilel, por motivos tan simples como quemar la comida, el varón podía hacerlo y buscarse una mejor compañera y cocinera. Los de la escuela de Shamai, en cambio, defendían que sólo la infidelidad era causa justa para el divorcio. Las mujeres, por supuesto, como correspondía a una sociedad re machista, no tenían ni voz ni voto; sólo sufrían las consecuencias.El tema central es el de los compromisos asumidos y de la fidelidad a los mismos, cosa que en nuestra sociedad no siempre es valorado. Para una época tan egocéntrica, donde el bienestar del yo es el ‘valor’ principal, mantenerse firmes de acuerdo a lo decidido, no es fundamental. Siempre tendremos justificaciones socialmente aceptables para cambiar el rumbo. La verdad es que nos cuesta bancarnos las consecuencias de nuestras decisiones. Debemos reconocer también que es fácil cuestionar y criticar a los demás por sus debilidades, mientras deseamos que se nos justifiquen las nuestras. Sabemos de lo difícil que se hace a veces mantener lo prometido.Por eso el Papa Francisco nos dice al respecto, hablando de este texto:“El camino de la Iglesia, desde el tiempo del Concilio de Jerusalén, ha sido siempre el camino de Jesús, el camino de la misericordia y de la rehabilitación… El estilo de la Iglesia es no condenar a nadie para siempre; es verter el bálsamo de la misericordia de Dios, sobre todos quienes lo piden con un corazón sincero.”
Jesús nos quiere firmes en el amor
Si vas a la Trinidad, como todo lo anuncia, ve en espíritu de fe, de humildad y de celo, no teniendo en vista más que la gloria de Dios y la salvación de los niños. Recuerda el sí que dijiste al pie del altar cuando se te preguntó, antes de pronunciar tus santos compromisos, sobre tus intenciones y deseos. (Al H. Gerardo, 1º de junio de 1841)
Fieles – Maite López
Haznos fieles a ti, fieles a tu PalabraFieles a tu voz, a tu voluntad,Fieles a tu Evangelio, a la Buena Noticia,Haznos fieles como eres tú.Fieles, fieles,cuando es de día y de noche también.Fieles, fieles.A tu lado, contigo, por ti y para ti,en la calma y en la tempestad.Haznos fieles al Sur, fieles a los pequeños,fieles en la lucha por un mundo mejor,fieles a los pobres, a los excluidos.Haznos fieles como eres tú.Haznos fieles al Pan, fieles a tu Cuerpo,fieles a este Vino, a la comunión;fieles sin complejos, fieles apasionados.Haznos fieles como eres tú.