Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias.Estoy dispuesto a todo,lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí, y en todas tus criaturas.No deseo nada más, Padre.Te confío mi alma, te la doy con todo el amorde que soy capaz, porque te amoy necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con una infinita confianza,porque Tú eres mi Padre. (Carlos de Foucauld)
La pobreza comparte los bienes, pone al servicio de todos los talentos personales e impone la sumisión a la ley universal del trabajo; la obediencia es dependencia y búsqueda colectiva de la voluntad de Dios.
No sabría cómo insistirte bastante en que observes estrictamente la santa Regla: uno no se sostiene más que por ella.
1981: Émile Giroux (Adèlphe-Joseph)2008: André Morvan (Felix) y Paul Rémillard (Arthur-Émile)