Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud.Entonces le anunciaron a Jesús: Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte.Pero él les respondió: Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican.
“Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica”. Por eso, para escuchar la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús, basta abrir la Biblia, el Evangelio. Pero estas páginas no deben ser sólo leídas, son escuchadas. Escuchar la Palabra de Dios es leer y decir: ‘¿a mí esto qué me dice, a mi corazón? ¿Qué me está diciendo a mí, con esta palabra? Y así nuestra vida cambia. Cada vez que hacemos esto es escuchar la Palabra de Dios, escucharla con los oídos y escucharla con el corazón.Los enemigos de Jesús escuchaban la Palabra de Jesús, pero estaban cerca de él para encontrar un error, para hacerlo resbalar, y que perdiera autoridad. Pero nunca se preguntaban: ‘¿qué me dice Dios en esta Palabra?’Por otro lado, poner en práctica lo que se escucha no es fácil, porque es más fácil vivir tranquilamente sin preocuparse de las exigencias de la Palabra de Dios. Algunas pistas concretas para hacerlo son los mandamientos y las bienaventuranzas. Contando siempre con la ayuda de Jesús, también cuando nuestro corazón escucha, pero finge no entender. Asimismo, Cristo es misericordioso y perdona a todos, espera a todos, porque es paciente. Jesús recibe a todos, también a aquellos que van a escuchar la palabra de Dios y después lo traicionan. Pensemos en Judas. (Papa Francisco)
Somos la familia de Jesús
Vengan a escuchar a Jesucristo. Sus palabras llegarán a sus almas como un suave rocío, las renovarán, las vivificarán y llenos de fuerza y alegría, volverán como los pastores dando gloria a Dios y penetrados de un sincero deseo de tomar en todo como modelo al Salvador del mundo. (Sermón sobre la Navidad)
Cada vez que nos juntamos,siempre vuelve a sucederlo que le pasó a Maríay a su prima la Isabel:Ni bien se reconocieronse abrazaron y su fese hizo canto y profecía,casi, casi un chamamé.Y es que Dios es Dios familia,Dios amor, Dios Trinidad.De tal palo tal astilla,somos su comunidad.Nuestro Dios es Padre y Madre,causa de nuestra hermandad.Por eso es lindo encontrarse,compartir y festejar.Cada vez que nos juntamossiempre vuelve a sucederLo que dice la promesade Jesús de Nazareth:Donde dos o más se junten,en mi nombre y para bien,yo estaré personalmente,con ustedes yo estaré.Cada vez que nos juntamos,siempre vuelve a sucederlo que le pasó a la gentereunida en Pentecostés:Con el Espíritu Santo,viviendo la misma fe,se alegraban compartiendolo que Dios les hizo ver.