Daniel 7, 9-10. 13-14Salmo 137, 1-5
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez.¿De dónde me conoces?, le preguntó Natanael.Jesús le respondió: Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.Natanael le respondió: Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.Jesús continuó: Porque te dije: «Te vi debajo de la higuera», crees. Verás cosas más grandes todavía.Y agregó: Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.
Los ángeles son para nosotros los mensajeros que nos acercan a Jesús, que cuidan nuestros pasos, que nos llevan a experimentar la presencia de Jesús en nuestra propio ser, en nuestra historia, en nuestra esperanza de realización suprema y feliz como seres humanos. Están puestos por Dios para servir a los seres humanos, a los que tienen la misma naturaleza del Hijo del hombre.Celebrar la fiesta de estos arcángeles es ocasión para preguntarnos si nosotros como seres humanos nos valoramos, y valoramos a los demás, por tener la misma naturaleza, pisar la misma tierra, vivir en la misma sociedad que quien es honrado, exaltado por los mismos ángeles, como dice el texto evangélico.Celebrar la fiesta es ocasión también de preguntarnos si somos ‘ángeles’ para los demás, sobre todo para los niños y jóvenes que nos han encomendado educar, como Juan María se lo pedía a los primeros Hermanos menesianos. El ángel custodia, anima, anuncia, corrige, en nombre de Dios, buscando siempre el bien del otro. Nunca por interés mezquino, siempre siguiendo el mandato de Dios que quiere que todos se salven. Que esta fiesta sea una oportunidad para hacer una revisión de nuestras prácticas pedagógicas, de nuestras relaciones con los educandos, de nuestras motivaciones en el trabajo cotidiano.
Máxima
Somos ángeles de los demás
Queridos niños a los que Jesús nuestro Salvador ha amado tanto, que se ha dignado abrazar y bendecir, vengan con nosotros, permanezcan con nosotros; seremos los ángeles guardianes de su inocencia; seremos sus defensores y sus padres; nos entregaremos por ustedes; ningún sacrificio nos parecerá demasiado grande para salvarlos. (S.VII 2270-2275)
Ángeles de Dios – Millie Lee
Sientes un murmullo muy cerca de ti.Es un ángel llegando para recibirtodas tus oraciones y llevarlas al cielo.Así, abre el corazón y comienza a alabarel gozo del cielo todo sobre el altar.Hay un ángel llegando y bendición en sus manos.Hay ángeles volando en este lugar,en medio del pueblo y junto al altar,Subiendo y bajando en todas las direcciones.No sé si la iglesia subió o si el cielo bajó.Sí sé que está lleno de ángeles de Dios,porque el mismo Dios.Cuando los ángeles pasan, la Iglesia se alegra,ella canta, ella llora, ella ríe y congrega,enfrenta al infierno y se disipa el mal.Siente la brisa del vuelo de tu ángel ahora.Confía, hermano, pues esta es tu hora,La bendición llegó y te la vas a llevar.