La misión del Superior General es promover en la Congregación: la formación adecuada de los Hermanos y aspirantes, la vida fraterna, que vigorice la unión entre todos los Hermanos, el estímulo a la acción apostólica y misionera.
Tu ministerio tiene que ser un ministerio de dulzura y de caridad; por otra parte, no se gana nada con la brusquedad. Uno llega a hacerse odioso y pierde el mérito de sus trabajos.
Georges Pencol