Oración

Señor, que has dicho:
Dejen que los niños vengan a Mí.
Tú me has inspirado el deseo
de dedicar mi vida
a los niños y jóvenes
para llevarlos a Ti.
Dígnate bendecir mi vocación,
asísteme en mis trabajos de hoy,
derrama sobre mí,
sobre todos mis hermanos
y sobre todos los que trabajamos
en esta obra educativa,
el espíritu de fortaleza,
de caridad y de humildad,
para que nada nos aparte
de tu servicio.
Haz que hoy cumpla con celo
el ministerio educativo
al que nos has consagrado.
Hazme perseverar hasta el fin
para alcanzar así
la salvación que nos
has prometido. Amén

Intenciones

• Por el Sínodo que se desarrolla en el Vaticano, buscando una Iglesia sinodal de comunión, participación y misión.
• Por la familia menesiana del colegio San Pablo de Luján de Cuyo.
• Por la comunidad de Riimenze (Sudán) y la de Velingara (Senegal).
• Por las vocaciones y las casas de formación de Indonesia.
• Por las intenciones de la Novena.

Constituciones 146 a

El Consejo General estudia con fe y realismo las cuestiones que atañen a la Congregación, sobre todo, a las personas y a las obras. Establece las orientaciones Generales y, en el marco de las Constituciones, toma las decisiones que aseguren la buena marcha y la unidad del Instituto.

Al Hno. André Labousse, 24 de mayo de 1824

Sé lo que debes y quieres ser, un verdadero religioso, y entonces gustarás en el fondo del alma los consuelos, la paz y las alegrías celestiales.

Difunto

1994: André Fontaine (Émery-Marie)

EULALIA DUROCHER (1811-1849) fue una religiosa canadiense fundadora de la Congregación de Hermanas de los Santos Nombres de Jesús y de María. Siendo joven no pudo entrar a la vida religiosa por su frágil salud. Por eso se consagró como laica y se dedicó a las obras de caridad. Ayudaba a su hermano que era párroco y acogía a sacerdotes y seminaristas. El obispo la envió a Longueuil paras fundar una comunidad dedicada a la educación de los jóvenes. En 1844, junto cos dos compañeras, hizo su profesión religiosa. A la edad de 38 años, en 1949, falleció. Fue beatificada por Juan Pablo II en 1982.