Pobres

Déjeme decirle para acabar: el golpe que nos da es tanto más fuerte que mina la base de mi instituto, atacándolo en su razón de ser. En efecto, esta congregación ha sido fundada, no para los ayuntamientos ricos e importantes, sino para los más pequeños y los más pobres, donde no ha habido y no puede haber nunca maestro adjunto, es decir un segundo maestro titulado, nombrado y pagado» (Carta del 27 febrero 1855)


Ofrecimiento

Te ofrezco, ¡oh! Dios,
mi fortuna, mi tiempo, mi libertad,
mi reputación, mi cuerpo,
mi alma, mi vida;
te entrego todo,
sí, todo, sin excepción.
Dispón pues de mí
y de todo lo que es mío,
según te plazca.
No tengo ahora otro pensamiento,
otro deseo, que el de contribuir a tu gloria
según la medida completa
de mis medios y mis fuerzas.
(Juan María. Retiro sacerdotes de Saint Méen. Ploërmel. 1825).


Himno

Cartonero – Ataque 77

En la mañana desayuno las dudas
que sobran de la noche anterior,
luego salgo a ganarme la vida temprano,
haga frío o calor,
porque no hay tiempo de amargarse
ni llorar por un pasar mejor.
La prioridad es el plato en la mesa
y como sea hay que ganárselo.

Entonces veo que la cosa
se pone muy brava y cada día más.
Si mi esposa va tirando del carro conmigo,
juntos a la par
y como no hay un peso
para mandar a los chicos a estudiar,
también los llevamos a cartonear
¿Si no con quién los vamos a dejar?

En la calle yo me recibí en el arte de sobrevivir
revolviendo basura juntando
lo que este sistema dejo para mí.
Y a los que manejan el país,
a esa gente le quiero decir,
les propongo se cambien de lado un momento
y a ver si se bancan vivir mi vida de cartonero.

Qué paradoja que teniendo motivos
de sobra para ir a robar,
al delito yo le esquivo
inventando trabajo en donde no hay.
Y encima de rebote soy la alternativa ecológica,
reciclando lo que todos tiran,
los desechos de la sociedad.

Entonces veo a esa gente que tiene de sobra
y siempre quiere más,
con sus autos se llevan el mundo por delante,
hablando por celular,
y que teniendo asegurado el porvenir
no paran de robar.
A esos señores les quiero gritar:
¿Qué es lo que está pasando por acá?

Porque en la calle yo me recibí
en el arte de sobrevivir,
revolviendo basura,
juntando lo que este sistema dejo para mí.
Y a los que manejan el país,
a esa gente le quiero decir,
les propongo se cambien de lado un momento
y a ver si se bancan vivir mi vida de cartonero,
mi vida de cartonero …


Salmodia

Antífona 1
Siento que no haya más pobres en tu clase.

Salmo 85
Oración del pobre ante los problemas

Inclina tu oído, Señor, escúchame, 
que soy un pobre desamparado; 
protege mi vida, que soy un fiel tuyo; 
salva a tu siervo, que confía en ti. 

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, 
que a ti te estoy llamando todo el día; 
alegra el alma de tu siervo, 
pues levanto mi alma hacia ti; 

porque tú, Señor, eres bueno y clemente, 
rico en misericordia 
con los que te invocan. 
Señor, escucha mi oración, 
atiende a la voz de mi súplica. 

En el día del peligro te llamo, 
y tú me escuchas. 
No tienes igual entre los dioses, Señor, 
ni hay obras como las tuyas. 

Todos los pueblos vendrán 
a postrarse en tu presencia, Señor; 
bendecirán tu nombre: 
«Grande eres tú, y haces maravillas; 
tú eres el único Dios». 

Enséñame, Señor, tu camino, 
para que siga tu verdad; 
mantén mi corazón entero 
en el temor de tu nombre. 

Te alabaré de todo corazón, Dios mío; 
daré gloria a tu nombre por siempre, 
por tu gran piedad para conmigo, 
porque me salvaste 
del abismo profundo. 

Dios mío, unos soberbios 
se levantan contra mí, 
una banda de insolentes 
atenta contra mi vida, 
sin tenerte en cuenta a ti. 

Pero tú, Señor, 
Dios clemente y misericordioso, 
lento a la cólera, rico en piedad y leal, 
mírame, ten compasión de mí. 

Da fuerza a tu siervo, 
salva al hijo de tu esclava; 
dame una señal propicia, 
que la vean mis adversarios 
y se avergüencen, 
porque tú, Señor, 
me ayudas y consuelas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1
Siento que no haya más pobres en tu clase.

.

Antífona 2
Esta obra, sobre todo si se extiende a los pobres esclavos, será verdaderamente muy hermosa, ya que será muy cristiana.

Quiero ser pan

Es joven el que espera,
el que sabe caminar,
el que lucha por el Reino
sin volver la vista atrás.
El que da su mano a otro,
el que sabe transformar,
el que es pan para los pobres
defendiendo la verdad.

Quiero ser pan,
para el hambre ser el pan,
de mi pueblo y construir
el escándalo de compartir
.

Es joven el que arriesga,
el que sabe caminar,
el que siempre se pregunta
sin volver la vista atrás.
El que sabe hacer historia,
el que sabe transformar,
el que es voz de los pequeños
defendiendo la verdad.

El que sigue a Jesús pobre,
el que sabe caminar,
el que apoya la justicia
sin volver la vista atrás.
El que vive siempre abierto,
el que sabe transformar,
el que canta con los otros,
defendiendo la verdad.

Antífona 2
Esta obra, sobre todo si se extiende a los pobres esclavos, será verdaderamente muy hermosa, ya que será muy cristiana.


Palabras de Juan María


Las escuelas eclesiásticas se crearon y el gobierno que parecía reconocer su indispensable necesidad, las favoreció al principio; la Universidad imperial incluso, prometió protegerlas y extenderlas. Sin embargo el primer favor que recibieron de la Universidad, fue un impuesto. Para que los pobres niños, la mayor parte del campo, fuesen admitidos en nuestras escuelas y comiesen en ellas legalmente su trozo de pan negro, fue necesario que pagasen una tasa de quince o veinte francos a una administración que no se ocupaba de ellos más que para arrancarles este tributo inicuo». (Carta del 7 agosto 1816)


Cántico Evangélico

Antífona
No habríamos despedido a los pobres aunque hu­biéramos perdido el proceso: ¡ellos son sagrados para noso­tros!

Bendictus –  Ain Karem

Bendito sea el Señor, Dios de Israel
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la familia de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas.

Despertad, preparaos,
rompiendo las tinieblas viene el sol;
despertad, preparaos,
la salvación nos visita
y se encarna en nuestro pueblo.

Es la Salvación que nos libera
de nuestros enemigos y del poder del mal,
nos sostiene con su misericordia
con la que bendijo a nuestros padres,
porque Él recuerda siempre su Alianza
y el juramento que juró a Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia
en su Presencia, toda nuestra vida.
Y tú, Juan, serás llamado ‘profeta del Altísimo’
porque irás delante de Él preparando el camino,
anunciando a su pueblo la Salvación
y el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para que su luz alumbre a los que viven
en las tinieblas y en sombras de muerte,
para guiar, siempre, nuestros pasos,
por el camino de su paz.

Antífona
No habríamos despedido a los pobres aunque hu­biéramos perdido el proceso: ¡ellos son sagrados para noso­tros!


Preces

A cada intención respondemos:

Señor, queremos ser pan

-. Para los niños que necesitan cariño y contención.

-. Para los adolescentes que andan buscando sentido a sus vidas.

-. Para los educadores que experimentan la necesidad de ahondar en lo menesiano.

-. Para las familias que desean encontrar en el centro educativo una propuesta coherente con el evangelio.

-. Para los que tienen hambre de paz y justicia.

-. Para la humanidad hambrienta de piel y contacto.


Padre nuestro


Oración final

Dios Padre y Madre te bendecimos porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los sencillos, sí, Padre, así te ha parecido bien. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.