Señor, haz que escuchelos llamados que vienen de los hombres.Señor, haz que escuchelos gritos de los niños y jóvenes que vienen de la vida y de la historia que van tejiendo a nuestro lado.Señor, haz que vea todo con ojos nuevos, con corazón de entrañable misericordia.Señor haz que vea y que avive mi pasión por los niños, por los jóvenes y por todos los que están sedientos de presencia y cercanía.Señor haz que vea y que como Juan María tenga los ojos bien abiertos para ir a la frontera, al extremo, donde nadie alcanza, porque desde allí llegan las voces más apremiantes de los hombres que nos convocan y provocan.
Las visitas personales al Santísimo Sacramento son una prueba de gratitud, una señal de amor y un homenaje de la adoración que le es debida.
Los Hermanos, profundamente convencidos de la grandeza y de la santidad de su misión, no descuidarán nada para realizarla, y cualquier sacrifico, incluso el de la propia vida, no les parecerá doloroso en su cumplimiento.
1954: Basile Ferland1964: Dacien Le May