San Martín de Porres

1804 – El Padre Fundador es nombrado Vicario de Saint Malo
1828 – El Noviciado de Josselin se trasladó a Ploërmel


Oración

Señor, que has dicho:
Dejen que los niños vengan a Mí.
Tú me has inspirado el deseo
de dedicar mi vida
a los niños y jóvenes
para llevarlos a Ti.
Dígnate bendecir mi vocación,
asísteme en mis trabajos de hoy,
derrama sobre mí,
sobre todos mis hermanos
y sobre todos los que trabajamos
en esta obra educativa,
el espíritu de fortaleza,
de caridad y de humildad,
para que nada nos aparte
de tu servicio.
Haz que hoy cumpla con celo
el ministerio educativo
al que nos has consagrado.
Hazme perseverar hasta el fin
para alcanzar así
la salvación que nos
has prometido. Amén


Intenciones

  • Por la familia menesiana del colegio Sagrado Corazón de Llay-Llay.
  • Por la comunidad de Portugalete (España) y la de Kisubi (Uganda).
  • Por las vocaciones y los formadores de Haití.
  • Por el Capítulo General.
  • Por la paz en el mundo.


Directorio 99 a

La vida común lleva consigo inevitables molestias que el Hermano acepta con gusto para que los demás sean más felices. Con este fin se esfuerza en comprenderles o dialogar con ellos, en aceptar un aumento ocasional de trabajo o dar muestras de buen humor para con todos.


Al Hno. Euthyme Moy, 19 de junio de 1846

Desde que marchaste (como misionero) hemos perdido varios Hermanos: su muerte ha sido tan santa como su vida, y mantengo la dulce confianza de que no han dejado este mundo sino para ir a recibir en el otro la recompensa de sus virtudes.


Difunto

1992: Noël Guay (Émery-Joseph)

MARTIN DE PORRES VELÁZQUEZ (1579-1639) fue un fraile dominico peruano. Fue el primer santo mulato de América.​ Es conocido también como el santo de la escoba por ser representado con una escoba en la mano como símbolo de su humildad. Entró a la orden bajo la categoría de «donado», es decir, como terciario por ser hijo ilegítimo (recibía alojamiento y se ocupaba en muchos trabajos como criado). Así vivió nueve años, practicando los oficios más humildes. Fue admitido como hermano de la orden en 1603. Perseveró en su vocación a pesar de la oposición de su padre, y en 1606 se convirtió en fraile profesando los votos de pobreza, castidad y obediencia. De todas las virtudes que poseía Martín, sobresalía la humildad; siempre puso a los demás por delante de sus propias necesidades. Fue confidente de san Juan Macías, fraile dominico, con el cual forjó una entrañable amistad. Se sabe que también conoció a santa Rosa de Lima. La personalidad carismática de Martín hizo que fuera buscado por personas de todos los estratos sociales, altos dignatarios de la Iglesia y del Gobierno, gente sencilla, ricos y pobres, todos tenían en Martín alivio a sus necesidades espirituales, físicas o materiales. Su entera disposición y su ayuda incondicional al prójimo propició que fuera visto como un hombre santo. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962.