Señor, que has dicho:Dejen que los niños vengan a Mí.Tú me has inspirado el deseode dedicar mi vidaa los niños y jóvenespara llevarlos a Ti.Dígnate bendecir mi vocación,asísteme en mis trabajos de hoy,derrama sobre mí,sobre todos mis hermanosy sobre todos los que trabajamosen esta obra educativa,el espíritu de fortaleza,de caridad y de humildad,para que nada nos apartede tu servicio.Haz que hoy cumpla con celoel ministerio educativoal que nos has consagrado.Hazme perseverar hasta el finpara alcanzar asíla salvación que noshas prometido. Amén
La vida común lleva consigo inevitables molestias que el Hermano acepta con gusto para que los demás sean más felices. Con este fin se esfuerza en comprenderles o dialogar con ellos, en aceptar un aumento ocasional de trabajo o dar muestras de buen humor para con todos.
Desde que marchaste (como misionero) hemos perdido varios Hermanos: su muerte ha sido tan santa como su vida, y mantengo la dulce confianza de que no han dejado este mundo sino para ir a recibir en el otro la recompensa de sus virtudes.
1992: Noël Guay (Émery-Joseph)