Beato Miguel Agustín Pro – San Clemente I

Padre bueno,
te doy gracias por la vida,
regalo de tu amor.
Haz que la comparta con todos:
con mis hermanos,
con mi familia,
con mis amigos,
tejiendo lazos como lo hizo Jesús.
Envíame tu Espíritu Santo
para descubrir lo que quieres de mí.
Hazme cada día más parecido a tu Hijo:
que sus sentimientos
sean mis sentimientos,
que sus pensamientos
sean mis pensamientos,
que su proyecto sea mi proyecto,
que ame como Él amó.
Como a María, Padre Bueno,
concédenos a todos
un corazón dócil a tu Palabra.
Amén

  • Por las vocaciones menesianas en nuestro Distrito y la casa de formación de El Alto.
  • Por la comunidad educativa de La Escuelita de Luján de Cuyo.
  • Por la comunidad de Zamora (España) y la de Shawinigan en Québec (Canadá).
  • Por el Capítulo General.

Habiendo centrado su vida en el Reino de Dios ya presente en nuestra historia y sin embargo dedicado a la construcción de la ciudad terrena, el Hermano hace resaltar la transcendencia de las realidades humanas, en su tarea educativa.

Amo tanto a esta buena Providencia, que quiero dejarme devorar por ella; en la vida y en la muerte, la bendeciré.

1989: Albert Picard (Félix-Albert)
2000: Oscar Gagné (Isidore-Jean) y Omer Poulin (Candidien-Marie)

MIGUEL AGUSTÍN PRO (1891-1927) fue un sacerdote jesuita mexicano martirizado durante la Guerra Cristera. Siendo sacerdote en la ciudad de México fue consejero de la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa y otros movimientos. Fue acusado de conspiración junto con su hermano Humberto. Se decretó su fusilamiento por orden directa del presidente Plutarco Calles. Su caso fue uno de los que se esgrimieron como ejemplo de los excesos del gobierno en ese período. Fue beatificado en 1988.