Santa Lucía

Señor, que has dicho:
Dejen que los niños vengan a Mí.
Tú me has inspirado el deseo
de dedicar mi vida
a los niños y jóvenes
para llevarlos a Ti.
Dígnate bendecir mi vocación,
asísteme en mis trabajos de hoy,
derrama sobre mí,
sobre todos mis hermanos
y sobre todos los que trabajamos
en esta obra educativa,
el espíritu de fortaleza,
de caridad y de humildad,
para que nada nos aparte
de tu servicio.
Haz que hoy cumpla con celo
el ministerio educativo
al que nos has consagrado.
Hazme perseverar hasta el fin
para alcanzar así
la salvación que nos
has prometido. Amén

  • Por la familia menesiana del colegio Teodelina de Villa G. Gálvez.
  • Por la comunidad de Zamora (España) y la comunidad Jean de la Mennais de Abidjan (Costa de Marfil).
  • Por las vocaciones y los formadores de Filipinas.
  • Por el Capítulo general.
  • Por la paz en el mundo.

El Hermano trata de penetrar en su sentido [de la Regla], la estudia y la medita para
asimilar sus riquezas y su espíritu.

Hay otro sacrificio, real, que a diario debe renovar el alma aunque experimente angustia: me refiero a la pobreza de espíritu que el Señor presenta como la primera bienaventuranza, porque es el primer signo de la vida religiosa.