Ángeles

No hay nada que me refresque tanto el alma como estos piadosos y emocionantes ejercicios. Estar en medio de los niños es vivir ya con los ángeles. Es en cierto modo como vivir en el cielo (carta a Lucinière, el 21/02/1835).

Señor Jesús, te damos gracias
por la sublime vocación que nos has regalado.
Danos tu Espíritu para que pasemos por el mundo
haciendo el bien que tú mismo hiciste.
Que nuestra educación evangelice  hoy a todos.
Que instruya a los pobres.
Que dé vista a los ciegos.

Que haga caminar a los débiles y cansados.
Concédenos vivir hoy y siempre de tal forma
que eduquemos a los que nos confías,
abramos los ojos a los niños y a los jóvenes,
sanemos a los enfermos y
fortalezcamos a los débiles,
resucitemos a los que viven
sepultados lejos de ti.
Que tu presencia en nuestra vida fraterna
nos haga capaces de realizar prodigios
en el orden espiritual para gloria tuya. Amén

Si sientes un murmullo muy cerca de ti,
es un ángel llegando para recibir
todas tus oraciones y elevarlas a Dios.

Hoy, abre el corazón y comienza a alabar
el gozo del cielo está sobre el altar,
hay un ángel llevando bendición en sus manos. 

Hay ángeles presentes en este lugar,
en medio del pueblo y junto al altar,
subiendo y bajando en todas las direcciones.
No sé si la Iglesia subió o si el cielo bajó,
si sé que está lleno de ángeles de Dios,
porque el mismo Dios está aquí.

Cuando los ángeles llegan la Iglesia se alegra,
ella canta, ella ora, ella ríe y congrega,
enfrenta al infierno, combate el mal.

Siente la brisa del vuelo de tu ángel ahora,
confía hermano pues esta es tu hora,
la bendición llegó y te la vas a llevar.

Antífona 1
Intenta vivir como un ángel.

Salmo 102
¡Bendice, alma mía, al Señor!

Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre. 
Bendice, alma mía, al Señor, 
y no olvides sus beneficios. 

El perdona todas tus culpas 
y cura todas tus enfermedades; 
el rescata tu vida de la fosa, 
y te colma de gracia y de ternura; 
el sacia de bienes tus anhelos, 
y como un águila 
se renueva tu juventud. 

El Señor hace justicia 
y defiende a todos los oprimidos; 
enseñó sus caminos a Moisés 
y sus hazañas a los hijos de Israel. 

El Señor es compasivo y misericordioso, 
lento a la ira y rico en clemencia; 
no está siempre acusando 
ni guarda rencor perpetuo; 
no nos trata como merecen 
nuestros pecados 
ni nos paga según nuestras culpas. 

Como se levanta el cielo sobre la tierra, 
se levanta su bondad sobre sus fieles; 
como dista el oriente del ocaso, 
así aleja de nosotros nuestros delitos. 

Como un padre 
siente ternura por sus hijos, 
siente el Señor ternura por sus fieles; 
porque él conoce nuestra masa, 
se acuerda de que somos barro. 

Los días del hombre 
duran lo que la hierba, 
florecen como flor del campo, 
que el viento la roza, y ya no existe, 
su terreno no volverá a verla. 

Pero la misericordia del Señor 
dura siempre, 
su justicia pasa de hijos a nietos: 
para los que guardan la alianza 
y recitan y cumplen sus mandatos. 

El Señor puso en el cielo su trono, 
su soberanía gobierna el universo. 
bendice al Señor, ángeles suyos, 
poderosos ejecutores de sus órdenes, 
prontos a la voz de su palabra. 

Bendice al Señor, ejércitos suyos, 
servidores que cumplís sus deseos. 
Bendice al Señor, todas sus obras, 
en todo lugar de su imperio. 
¡Bendice, alma mía, al Señor!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1
Intenta vivir como un ángel

Antífona 2
Estar en medio de estos queridos niños es habitar entre los ángeles, es comenzar, de alguna manera, la vida del cielo.

Salmo 149
Alegría de los Santos

Canten al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alaben su nombre con danzas,
cántenle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2
Estar en medio de estos queridos niños es habitar entre los ángeles, es comenzar, de alguna manera, la vida del cielo.


No, no será así; y a la vista de esta multitud de niños que nos llaman a su socorro, y que nos ruegan y conjuran tener piedad de su suerte, de arrancarles de la muerte, y de la muerte eterna de la que están amenazados, ningún interés humano nos retendrá; nos lanzaremos hacia ellos, los tomaremos en nuestros brazos, y les diremos; queridos niños a los que Jesús nuestro Salvador ha amado tanto, que se ha dignado abrazar y bendecir, vengan con nosotros, permanezcan con nosotros; seremos los ángeles guardianes de su inocencia; seremos sus defensores y sus padres; nos entregaremos por ustedes y ningún sacrificio nos parecerá demasiado grande para salvarlos (Sermón VII 2270-2275)

Antífona
Se recordarán que son como ángeles tutelares y guardianes de la inocencia de los niños que la Providencia les ha confiado.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la familia de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas.

Despertad, preparáos,
rompiendo las tinieblas viene el sol;
despertad, preparáos,
la salvación nos visita
y se encarna en nuestro pueblo.

Es la Salvación que nos libera
de nuestros enemigos y del poder del mal,
nos sostiene con su misericordia
con la que bendijo a nuestros padres,
porque Él recuerda siempre su Alianza
y el juramento que juró a Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia
en su Presencia, toda nuestra vida.
Y tú, Juan, serás llamado ‘profeta del Altísimo’
porque irás delante de Él preparando el camino,
anunciando a su pueblo la Salvación
y el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios
nos visitará el sol que nace de lo alto
para que su luz alumbre a los que viven
en las tinieblas y en sombras de muerte
para guiar, siempre, nuestros pasos,
por el camino de su paz.

Antífona
Se recordarán que son como ángeles tutelares y guardianes de la inocencia de los niños que la Providencia les ha confiado.

A cada intención respondemos:

Enséñanos a vivir como ángeles.

-. Señor, te alabamos por convocarnos para llevar a ti a los más pequeños.

-. Señor, te bendecimos porque nos convocas junto a otros para darte a conocer y amar desde las aulas.

-. Señor, te damos gracias porque quieres contar con nosotros en el cuidado y protección de la niñez.

-. Señor, te alabamos por lo que vas haciendo en el seno de la Familia Menesiana.

-. Señor, te bendecimos por las maravillas que vas obrando en nuestros centros educativos.

-. Señor, te damos gracias por aquellos educadores que sin saberlo viven como ángeles guardianes.

Padre Dios, que quieres que todos vivan como hijos e hijas tuyos, ayuda a la Familia Menesina a vivir como ángeles guardianes de la inocencia de los pequeños que en tu Providencia nos confías. Que sean sagrados para nosotros como lo son para ti, que vives y reinas, junto a tu Hijo Jesucristo en el Espíritu de amor, por los siglos de los siglos. Amén.