Santa María, Señora nuestra,nos refugiamos en el regazo de tu misericordia.Bajo tu bendita proteccióny tu especial custodia,ponemos confiadamente, hoy y cada díay en la hora de nuestra muerte,nuestra alma y nuestro cuerpo,nuestras esperanzas y consuelos,nuestras angustias y miserias,nuestra vida y nuestra muerte,para que, por tu intercesión y tus méritos,todas nuestras obras se dirijan y ordenenconforme a tu voluntady a la de tu divino Hijo. Amén
El espíritu de pobreza supone un nivel de vida modesto. Toda prodigalidad en la gestión de los bienes escandalizaría a las personas que nos tratan, a menudo preocupadas por el coste de la vida y la incertidumbre del mañana.
En cualquier acontecimiento, por molesto que sea, guardad la calma; actuemos lo mejor que podamos y luego permanezcamos en paz en las manos de Dios.
1963: Salvius-Louis Lédan1983: Marcel Pérais Herblain1986: Jean Tillon (Léon-Louis)