Números 6, 22-27Salmo 66, 2-3. 5-6. 8Gálatas 4, 4-7
Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre.Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
Lo primero, que nos propone la Iglesia, al empezar el año, es nada menos que EL MISTERIO INSONDABLE DE DIOS. Si María es la Madre de Dios, lo primero que lógicamente nos dice la Iglesia, al empezar el año nuevo, es que Dios tiene madre. Y la tiene porque Dios se nos da a conocer y se nos hace presente en Jesús. En la tradición cristiana se nos dice que Dios se nos ha revelado, se nos ha dado a conocer en Jesús, cuya madre es María.Dios no quiere rangos, ni categorías, ni pedestales de gloria, que separan, distinguen, alejan y hasta enfrentan. Dios es el primero que da ejemplo en este abajamiento, y nos dice que el camino, para ser como Él quiere que seamos, no es endiosarse, sino humanizarse. Porque así, mediante la humanización, se produjo el encuentro de Dios con los seres humanos. En el ser humano, que fue Jesús, conocemos a Dios y nos relacionamos con Él.Dios, por Jesús, tuvo una madre. Una sencilla y humilde mujer de aquella aldea, que era Nazaret cuando Jesús vino al mundo. María educó a Jesús, como todas las madres educan a sus hijos. María educó la sensibilidad de Jesús, su bondad, su fortaleza y también su libertad. Si Jesús fue tan admirable, siendo como fue, nos dio a conocer a Dios “Abba” (papá), ¡qué mujer y qué mujer tan admirable fue María para ser capaz de educar así a Jesús!En Jesús, LO DIVINO y LO HUMANO se funden en UNO. En esto radica no solo el “origen”, sino además la “originalidad” del cristianismo. María que supo ver, acoger esta realidad profunda de fe, le pedimos en la fiesta de hoy, que nos acompañe, que nos abra la mirada y el corazón para reconocer a su hijo en nuestras vidas.
Al comienzo del año, es necesario renovar en la presencia de Dios, la resolución de no vivir, de no obrar más que por él, de ser todo para él, para atraer sobre nosotros sus gracias. Es necesario, también, examinar las faltas que hemos cometido durante el año precedente, y tomar con un nuevo celo los medios para no caer en ellas. Te recomiendo sobre todo que te apliques más que nunca a la práctica de las dos principales virtudes de tu estado: la obediencia y la humildad. Por lo tanto, ama ser reprendido, no respondas cuando te mandan o que te proponen algo, sino, al contrario, estáte siempre dispuesto a abandonar tu sentimiento y a renunciar a tu voluntad propia. Te recomiendo esto de modo especial. (Al H, Hipólito Morin)
Quiero caminar contigo, María,pues tú eres mi Madre, eres mi guía.Tú eres para mí el más grande ejemplode santidad, de humildad.Quiero caminar contigo, María,no sólo un momento, todos los días.Necesito tu amor de Madre,tu intercesión ante el Señor.Guía mis pasos, llévame al cielo.Bajo tu manto no tengo miedo.Llena de gracia, Ave María,hoy yo te ofrezco toda mi vida.Quiero caminar contigo, María,Madre en el dolor y en la alegría.Tú que fuiste fiel hasta el extremo,fiel en la cruz, fiel a Jesús.Celestial princesa, mírame con compasión.Hoy te doy mi alma, vida y corazón.