2ª Samuel 6, 11-15. 17-19
Salmo 23, 7-10

Evangelio: Marcos 3, 31-35

Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.
La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: Tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera.
Él les respondió: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

En un texto muy breve se repite 5 veces la expresión madre y hermanos. Esta es una clave de lectura del proyecto de Jesús. En la comunidad de Jesús no hay PADRES, uno sólo es el PADRE, Dios. Todos somos hermanos. El padre judío tenía una fuerte impronta machista. Jesús no quiere eso en su comunidad. El nuevo lazo que une a los miembros de la comunidad de Jesús no es la sangre, sino el hacer la voluntad de Dios. Ese es el lazo esencial con Jesús.

Otro elemento clave en el texto es la expresión sentados a su alrededor. Sentado está el discípulo que escucha al maestro. Sentado está el aprendiz. Sentado es la postura propia del oyente.

Y la última: afuera vs adentro. María, su madre, es la primera en hacer la voluntad de Dios. Pero Jesús advierte a sus familiares que si no hacen la voluntad de Dios corren el riesgo de quedarse afuera. Vos, ¿está dentro o afuera, sentado, en actitud de madre, hermana/o o padre?

Palabras de Juan María

Esta es mi inquietud en todos los instantes; y día y noche estoy turbado, me pregunto: ¿he hecho por la salvación de cada uno de mis hermanos todo lo que tenía que hacer? ¿No he descuidado amonestar a éste, advertir al otro? ¿He sido demasiado blando en ciertas circunstancias, y en otras no he sido demasiado severo? Cada una de sus almas pesa sobre la mía; mi salvación depende de ellas, en el sentido que yo respondo de ellas y que, si algunas no son dóciles, escapan a mis cuidados y a mi amor, ninguna, al menos en el último día, podrá reprocharme de haberla perdido por debilidad o por dureza. (S. VII, p. 2254)

Modo vida – Benavides

Pon tu celular en modo amigo,
en modo amor, en modo hermano,
en modo hijo.
Si no quieres quedar sin batería
pon tu celular en modo vida.

¿Qué tal si nos sentamos a charlar?
¿Qué tal si nos comemos un helado
y emprendemos la titánica misión
de mirarnos a los ojos y encontrarnos?

¿Qué tal si me reemplazas ese beso
que me mandaste en un emoticón?
Que si es de carne y hueso,
entonces esos corazones
en los ojos tendré yo.

Vamos a hacer una revolución
humilde, aparentemente tonta.
Seamos cavernícolas un rato
caminando simplemente
de la mano.

Y sea tu mirada mi señal
y tu compañía mi recarga.
Sea el sonido de tambor
de tu noble corazón,
mi ringtone.

Pon tu celular en modo amigo,
en modo Dios, en modo asombro,
modo niño.
Si no quieres quedar sin batería,
pon tu celular en modo vida.