1º Reyes 8, 1-7. 9-13Salmo 131, 6-10
Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí.Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba.En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.
La cumbre de este relato de Marcos es el final, que viene a ser como la conclusión de la actividad de Jesús y su proyecto: Toda la gente quería, por lo menos, poder tocar a Jesús. Y los que lo tocaban, inmediatamente quedaban sanos. Aquellas gentes de Genesaret, parte occidental del Lago de Galilea, seguramente tendrían otra religión. Pero, como todos los humanos, tenían sus limitaciones, sus enfermedades, sus anhelos de vivir y felicidad. Y a todo esto es a lo que apunta Jesús y su proyecto.El Evangelio, antes que un libro de religión, es un proyecto de vida. Jesús es vida, que da vida a todo el que se acerca a él. Y así nos enseña el camino para buscar y encontrar a Dios. A Dios se le encuentra donde Dios está a nuestro alcance. Y eso se encuentra en todos los que sufren, en quienes lo pasan mal. En ellos está Jesús. Ahí está el centro de nuestra espiritualidad y de nuestra religiosidad.Conocer de cada relato del evangelio: dónde, cuándo, cómo, por qué y para que sucedió lo que se narra, es interesante, nos ayuda, pero no es lo importante. Lo que nos importa es la forma de vida, que propone Jesús, que nos humaniza a todos. Y que a todos nos lleva a Dios. Y esa forma de vida nos es otra que la sintonía con el dolor humano, la sensibilidad con los que sufren, la bondad con todos, sea cual sea su forma de pensar o de vivir, la COMPASIÓN. Esto es lo que nos hace ser religiosos al estilo de Jesús.¿No será esto precisamente por lo que tenemos miedo al Evangelio? Sí. Es verdad. Nos da miedo el Evangelio porque nos da miedo pensar que creemos en Dios, en la medida, y solo en la medida, en que vivimos al estilo de Jesús, a su modo, como el Evangelio nos marca que tenemos que vivir. ¿Estás cerca de los que sufren? ¿Cómo cultivas tu actitud compasiva?
Se dirá el último día a aquellos que no han practicado misericordia hacia sus hermanos: No han traído aquí ningún sentimiento de humanidad, no encontrarán ninguno; han sembrado la dureza, la inhumanidad, recogerán sus gavillas. Han huido a la misericordia, ella se alejará de ustedes. Han despreciado a los pobres, serán despreciados por Aquél que se ha hecho pobre por amor” (S.IX p.2586. Cita de S. Gregorio. Biblia de los padres
Los favoritos de Dios no tienen nada.Los preferidos del Padre nada son.Y yo pensando en ser alguien y en mil bobadas,mientras hay quienes mueren de dolor.
Los elegidos del Reino son los pobres,los que malviven sin otra ocupación,que la de seguir vivos que ya es bastantecuando les han robado la ilusión,que la de seguir vivos, que ya es bastante,cuando les han robado la ilusión.Un poco de tu pan, un poco de tu vino,un poco de esperanza para el corazón.Un poco de tu luz, un poco de tu espíritu,para aquellos que sueñan con la salvación.Los favoritos de Dios son los pequeños,los que merecen su máxima atención,son putas y borrachos, presos, drogatas,que son los que precisan más amor.Un poco de tu pan, un poco de tu vino,para aquellos que sueñan con la salvación.
Un poco de tu pan, un poco de tu vinopara aquellos que sueñan,para aquellos que sueñan,para aquellos que sueñan con la salvación.