San Miguel Febres Cordero

Señor, que has dicho:
Dejen que los niños vengan a Mí.
Tú me has inspirado el deseo
de dedicar mi vida
a los niños y jóvenes
para llevarlos a Ti.
Dígnate bendecir mi vocación,
asísteme en mis trabajos de hoy,
derrama sobre mí,
sobre todos mis hermanos
y sobre todos los que trabajamos
en esta obra educativa,
el espíritu de fortaleza,
de caridad y de humildad,
para que nada nos aparte
de tu servicio.
Haz que hoy cumpla con celo
el ministerio educativo
al que nos has consagrado.
Hazme perseverar hasta el fin
para alcanzar así
la salvación que nos
has prometido. Amén

  • Por la comunidad menesiana de Quinta Normal.
  • Por la comunidad educativa de Valladolid (España) y la de Mubende (Uganda).
  • Por las vocaciones y los formadores de Uganda.
  • Por los lasallanos.
  • Por el Capítulo general.

Además de los tiempos de oración prescritos, se invita a los Hermanos a orar de acuerdo con su temperamento espiritual: oficio de lecturas, hora intermedia, completas, vía crucis, oración compartida, oración inspirada en el trabajo o en la acción apostólica, participación en un grupo de oración, etc.

Confío que cada uno de ustedes no olvidará que es religioso y no dejará, un solo instante, de edificar a aquellos con quienes se relacione. Sobre todo que reine entre ustedes una gran caridad y una unión perfecta.

1968: Armand Lord (George-Augustin)
1970: Joseph Le Garlantézec (Édelbert)
1986: Louis Ziume
1987: Maurice Duhous (Noël-Marie)
2012: Maurice Letexier (Alain-Gabriel)
2013: Charles-Henri Boutet (Georges)
2022: Arsène Louis (George-Maurice)

FRANCISCO FEBRES CORDERO (1854-1910) fue un hermano lasallano ecuatoriano. Estudió en la escuela de los hermanos de la Escuelas Cristianas en Cuenca y allí descubrió su vocación. Contrariando el deseo de sus padres, entró al noviciado de la congregación. De gran inteligencia y humildad, trabajó en todos los niveles educativos y escribió numerosos libros bajo el seudónimo de Bruño. En 1907, a causa del gobierno anticlerical de Eloy Alfaro, debió refugiarse en Francia, luego en Bélgica y, por fin, en España. Allí murió de pulmonía el 9 de febrero de 1910. Fue canonizado por Juan Pablo II en 1984.