Isaías 42, 1-7Salmo 26, 1-3. 13-14
Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado.Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: ¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.Jesús le respondió: Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre.Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús a causa de él.
Esta cena es el símbolo del triunfo de la vida frente a la muerte. En Lázaro, la vida fue más fuerte que la muerte. Como iba a ser más fuerte en el propio Jesús. Y esa fuerza de la vida se expresa en el evangelio mediante símbolos de vida: la mesa compartida, la amistad servicial de Marta, el perfume costoso de María, la unción de los pies, la fragancia que llena toda la casa. Jesús quiso celebrar el don la vida en plenitud. También es vida la amistad, la gratitud, la estética, el perfume que invade con su fragancia. Jesús entendía la vida y la espiritualidad de forma que incluía hasta el encanto del cabello femenino que acaricia sus pies.La vida, así entendida, no se reduce a la solución de una “cuestión social”. Eso pensaba Judas. Pero Jesús no estaba de acuerdo. En cualquier caso, lo que este relato no justifica es el boato de la religión que antepone le lujo de los tempos y sus ceremonias a las necesidades básicas de los pobres.El contraste con Jesús no es Judas, sino los sumos sacerdotes. Jesús es vida. Los sumos sacerdotes son muerte. El relato destaca este contraste al indicar que aquellos notables clérigos no tuvieron suficiente con la condena a muerte de Jesús, sino que además decidieron también matar a Lázaro. La religión, mal entendida y mal vivida, es un peligro. Es peligro de muerte.
MÁXIMACon Jesús triunfa la vida
El corazón del hombre de bien es una fiesta continua (Prov 15,15). Eso es verdad pues para él los dolores son alegrías. Saborea con delicia las amarguras de la vida. Para él la eternidad está ya presente y al perderse en Dios, sumergiéndose en la verdad, en el amor, entra en el cielo, donde goza de una paz inefable. (Memorial 89)
Vale la pena dejarse llevar.Vale la pena dejarse quemar.Vale la pena volver a empezarpor Cristo.Aún queda tiempo para regalar,aún queda tiempo para trabajar,Aún queda gente hambrientade Cristo.No vamos solo, aún somos más,somos miles de antorchasy un Sol de Verdad.Arde la tierra y grita el mar,que Cristo vivo está.Cristo, luz de los pueblos de la tierra.Cristo es sal de una nueva humanidad.Deja los rollos que te hacen dudar,tantas historias que te hacen pasar.Deja los miedos y lánzate yapor Cristo.