Señor Jesús,Tú que dijiste que todos sean uno,te damos gracias por llamarnos a la unidad,por desafiarnos a salirde nuestros esquemas y seguridades.Sabes de nuestras resistenciase inseguridades,sabes de nuestros sueños y anhelos;no te son desconocidasnuestras limitaciones y pobrezas,y también con ellasquieres gestar la nueva realidad.Nos confiamos a María,que salió a prisa al encuentrode la vida que clama.Haz de la familia menesianaun cuerpo para la misiónque cuide y defienda la vidade los más pequeños del sur.Amén.
De esta forma, el Hermano participa, en su propia vida, del misterio de obediencia de Cristo… Como su Maestro, el Hermano, por su obediencia activa, se ofrece a sí mismo a Dios como un holocausto en el que, día tras día, asume libremente sus implicaciones prácticas.
Trabajemos todos los días con nuevo valor para gloria de nuestro buen Maestro, pongamos nuestra confianza en Él y no esperemos más recompensa que la suya.
1979: Hervé Lacerte (Flavien-Joseph)2017: Claude Simon (Louis-René)