San David Uribe Velazco

Señor, que has dicho:
Dejen que los niños vengan a Mí.
Tú me has inspirado el deseo
de dedicar mi vida
a los niños y jóvenes
para llevarlos a Ti.
Dígnate bendecir mi vocación,
asísteme en mis trabajos de hoy,
derrama sobre mí,
sobre todos mis hermanos
y sobre todos los que trabajamos
en esta obra educativa,
el espíritu de fortaleza,
de caridad y de humildad,
para que nada nos aparte
de tu servicio.
Haz que hoy cumpla con celo
el ministerio educativo
al que nos has consagrado.
Hazme perseverar hasta el fin
para alcanzar así
la salvación que nos
has prometido. Amén

  • Por el Capítulo general, para que sea dócil al Espíritu.
  • Por la familia menesiana del colegio Sagrado Corazón de Llay-Llay y la comunidades de Ogaro (Togo).
  • Por las misiones de la Iglesia en el mundo entero.
  • Por los perseguidos por vivir y transmitir la Buena Nueva.

La vida religiosa del Hermano, apostólica por su misma naturaleza, es un testimonio del absoluto de Dios y del triunfo del hombre en Jesús Resucitado.

Otra forma de orgullo es la vanidad del conocimiento. Es este deseo inmoderado de aprender, no de trabajar con más éxito para la gloria de Dios, sino de glorificarse por haber aprendido.

1968: Louis Bourdon (Louis-Flavien)
1978: Eugène Kérébel (Basilide-Jean)
1982: Pierre Hémidy (Guénael)
1993: François Couedelo (François Caraccciolo)
1994: Louis Éveno (Pierre Chrysologue)
2005: Jean-Augustin Quillévéré (Hervé-Bernard) y Jean-Paul Compagna (Cyrille-Maurice).

DAVID URIBE VELAZCO (1889-1927) fue un sacerdote mártir mexicano, asesinado durante las Guerras Cristeras. Fue apresado siendo párroco de Iguala. Le propusieron ser obispo de la iglesia cismática creada por el gobierno, pero rechazó de plano dicha propuesta. Ante la negativa, fue asesinado de un tiro en la nuca, en las inmediaciones de San José Vista Hermosa, el 12 de abril de 1927. El Papa Juan Pablo II lo canonizó en el año 2000.