Jesús les dijo: Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen.Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día.Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día.
Lo contrario a cumplir la voluntad de Dios comenzó en el Paraíso, con la no obediencia de Adán. Y esa desobediencia ha llevado el mal a toda la humanidad. También los pecados son actos de no obedecer a Dios, de no hacer su voluntad. El Señor nos enseña que la obediencia es el camino, no hay otro. Y comienza con Jesús, en la voluntad de obedecer al Padre.Pero cumplir la voluntad de Dios «no es fácil». No fue fácil para Jesús que fue tentado en el desierto y en el huerto de los olivos. Tampoco lo fue para algunos discípulos, que lo dejaron porque no entendieron qué quería decir hacer la voluntad del Padre. Tampoco es fácil para nosotros desde el momento que cada día se nos presentan en una bandeja muchas opciones. Y así, ¿cómo hago para hacer la voluntad de Dios? Pidiendo la gracia de querer hacerlo. […]Que el Señor nos dé la gracia, a todos, que un día pueda decir de nosotros lo que ha dicho de aquel grupo, de aquella multitud que lo seguía, los que estaban sentado en torno a Él, como hemos escuchado en el Evangelio. Y así hacer la voluntad de Dios nos hace ser parte de la familia de Jesús, nos hace madre, padre, hermana, hermano. (Papa Francisco, 27 de enero de 2015, en Santa Marta).Jesús se hizo Pan de Vida para todos, obedeciendo a la voluntad de su Padre, que le pidió la entrega total. Él, como el grano de trigo, que para germinar tiene que desaparecer en la tierra, se dejó aniquilar, para dar frutos en abundancia. Su obediencia plena le valió la Vida plena para todos.
MÁXIMAJesús es Vida
Cuando tengas la dicha de poseer dentro de ti a Jesucristo Nuestro Señor, es cuando de manera más especial y con mayor abundancia vas a recibir sus luces, sus consuelos y sus gracias.” (Al H. Marcel, 16 de octubre de 1823)
Yo soy el Pan de Vida.El que viene a mí no tendrá hambre.El que crea en mí no tendrá sed.Nadie viene a mí, si mi Padre no lo atrae.Yo lo resucitaré, yo lo resucitaré,yo lo resucitaré en el día final.El Pan que yo darées mi Cuerpo, vida para el mundo.El que siempre coma de mi Carnevivirá en mí como yo vivo en mi Padre.Yo soy esa bebidaque se prueba y no se siente sed.El que siempre beba de mi sangrevivirá en Mí y tendrá la vida eterna.