María II

Es necesario que sean completamente de Dios, plenamente, sin reservas, o él no les reconocerá en el último día como sus discípulos. Es necesario que sean como María, los siervos del Señor, para que las palabras de vida, las promesas de gloria y de misericordia se cumplan en ustedes, para que sean hechos según su Palabra (S 71 E 240)

Quiero caminar contigo, María,
pues tu eres mi madre, eres mi guía.
Tu eres para mí el más grande ejemplo
de santidad, de humildad.

Quiero caminar contigo, María,
no sólo un momento, todos los días.
Necesito tu amor de Madre,
tu intercesión ante el Señor.

Guía mis pasos, llévame al cielo,
bajo tu manto no tengo miedo.
Llena de gracia, Ave María
hoy yo te ofrezco toda mi vida
.

Quiero caminar contigo, María,
Madre en el dolor y en la alegría,
tú que fuiste fiel hasta el extremo,
fiel en la cruz, fiel a Jesús.

Guía mis pasos, llévame al cielo,
bajo tu manto no tengo miedo.
Llena de gracia, Ave María,
hoy yo te ofrezco toda mi vida.


Celestial princesa, mírame con compasión,
hoy te doy mi alma, vida y corazón.

Guía mis pasos, llévame al cielo,
bajo tu manto no tengo miedo.
Llena de gracia, Ave María,
Hoy yo te ofrezco toda mi vida
.

Antífona 1
Encomiéndese a menudo a la Santísima Virgen y a sus santos patronos.

Salmo 145
Felicidad de los que esperan en Dios

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.

No confíen en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;

que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.

El Señor liberta a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.

El Señor guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.

El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1
Encomiéndese a menudo a la Santísima Virgen y a sus santos patronos.


Antífona 2
Rece por sus pobres niños pequeños y encomiéndeselos a la Santísima Virgen.

A María por la Amazonía
Papa Francisco

Madre de la vida,     
en tu seno materno se fue formando Jesús, 
que es el Señor de todo lo que existe.
Resucitado, Él te transformó con su luz       
y te hizo reina de toda la creación.  
Por eso te pedimos que reines, María,        
en el corazón palpitante de la Amazonia.

Muéstrate como madre de todas las creaturas,       
en la belleza de las flores, de los ríos,          
del gran río que la atraviesa
y de todo lo que vibra en sus selvas.
Cuida con tu cariño esa explosión de hermosura.

Pide a Jesús que derrame todo su amor      
en los hombres y en las mujeres que allí habitan,   
para que sepan admirarla y cuidarla.

Haz nacer a tu hijo en sus corazones
para que Él brille en la Amazonia,  
en sus pueblos y en sus culturas,      
con la luz de su Palabra, con el consuelo de su amor,       
con su mensaje de fraternidad y de justicia.

Que en cada Eucaristía        
se eleve también tanta maravilla      
para la gloria del Padre.

Madre, mira a los pobres de la Amazonia,  
porque su hogar está siendo destruido        
por intereses mezquinos.      
¡Cuánto dolor y cuánta miseria,      
cuánto abandono y cuánto atropello
en esta tierra bendita,
desbordante de vida!

Toca la sensibilidad de los poderosos         
porque aunque sentimos que ya es tarde     
nos llamas a salvar   
lo que todavía vive.

Madre del corazón traspasado        
que sufres en tus hijos ultrajados     
y en la naturaleza herida,     
reina tú en la Amazonia       
junto con tu hijo.       
Reina para que nadie más se sienta dueño  
de la obra de Dios.

En ti confiamos, Madre de la vida,  
no nos abandones     
en esta hora oscura. Amén.

Antífona 2
Rece por sus pobres niños pequeños y encomiéndeselos a la Santísima Virgen.


¡Qué bella es! ¡Qué sublime! Es necesario que tu corazón llegue a ser semejante al corazón de María, que esté animado por el mismo espíritu de caridad, de humildad, de celo, de dulzura, de pureza de desprendimiento de las cosas sensibles, de modo que las perfecciones de esta divina Madre resplandezcan, en cierto modo, en todas las palabras como en todas las obras de sus hijas.
Eso es lo que Dios pide de ti. Y como no pide nada que no podamos hacer ¿de qué gracias no va a enriquecernos para hacernos capaces de corresponder a miras tan altas?
Estén, pues, atentas para aprovechar de los socorros tan preciosos que va a concederles, o mejor, que les prodiga, para acercarles cada vez más al modelo que les ha dado, es decir, de María, quien ella misma fue llena de gracia y bendita entre todas las mujeres” (Carta a la Señorita Amable Chenú)

Antífona
Madre de bondad, de perdón, de esperanza y de gracia, ábrenos tu seno, en el cual el Salvador, Jesús, fue concebido.

Mi alma glorifica al Señor, mi Dios,
gózase mi espíritu en mi salvador.
Él es mi alegría, es mi plenitud,
Él es todo para mí.

Ha mirado la bajeza de su sierva
muy dichosa me dirán todos los pueblos
porque en mí ha hecho grandes maravillas
el que todo puede cuyo nombre es santo.

Su clemencia se derrama por los siglos
sobre aquellos que le temen y le aman
desplegó el gran poder de su derecha
dispersó a los que piensan que son algo.

Derribó a los potentados de sus tronos
ensalzó a los humildes y a los pobres
los hambrientos se saciaron con sus bienes
y alejó de sí vacíos a los ricos.

Acogió a Israel su humilde siervo
acordándose de su misericordia
como había prometido a nuestros padres
a Abraham y descendencia para siempre.

Antífona
Madre de bondad, de perdón, de esperanza y de gracia, ábrenos tu seno, en el cual el Salvador, Jesús, fue concebido

A cada intención respondemos:

Madre de la Vida, intercede por nosotros

-. Por cada uno de nosotros para que cuidemos a conciencia toda vida, porque toda vida vale.

-. Por los educadores menesianos para que sean facilitadores del asombro ante la maravilla de la vida

-. Por las familias para que cuiden la vida, en especial, de los más pequeños y ancianos.

-. Por los habitantes de la Amazonía para que encuentren en las demás personas aliados en el cuidado de la creación.

-. Por el pueblo cristiano que te celebra en este mes, para que encuentre en ti la protección que necesita.

¡Oh María! ¡Oh Madre! A ti te digo, a quien siempre he amado y a quien no he invocado en vano, permíteme que ponga en tus manos este voto por el cual me comprometo a imitar la obediencia de tu divino Hijo; preséntaselo, a fin de que al ser presentado por ti, se digne aceptarlo y derrame sobre tu hijo las gracias necesarias para cumplirlo fielmente. Por tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén