Cada vez que se reúnen para el retiro, les hablo de la obra a la que están consagrados y pongo bajo sus ojos los motivos que deben convencerlos de su gran importancia; pero hoy, queridos hijos, sería inútil insistir sobre este punto; los hechos de los que ustedes son testigos todos los días hablan claramente, y prueban mejor que lo que yo podría hacerlo con mis palabras que la conservación de la fe en nuestra provincia de Bretaña depende del éxito de sus humildes trabajos.
A veces me pregunto: «¿por qué yo?» y sólo me respondes: «porque quiero». Es un misterio grande que nos llames así, tal como somos, a Tu encuentro. Entonces redescubro una verdad: mi vida, nuestra vida es Tu tesoro. Se trata entonces sólo de ofrecerte con todo nuestro amor, esto que somos. ¿Qué te daré?, ¿qué te daremos?, ¡Si todo, todo, es Tu regalo! Te ofreceré, te ofreceremos esto que somos… Esto que soy, ¡eso te doy! Esto que soy, esto es lo que te doy. Esto que somos es lo que te damos Tú no desprecias nuestra vida humilde se trata de poner todo en tus manos. Aquí van mis trabajos y mi fe, mi canto, mis bajones y mis sueños; y todas las personas que me diste desde mi corazón te las ofrezco. Vi tanta gente un domingo de sol. Me conmovió el latir de tantas vidas… y adiviné tu brazo gigantesco y sé que sus historias recibías. Por eso tu altar luce vino y pan: Son signo y homenaje de la vida. Misterio de ofrecerte y recibirnos, Humanidad que Cristo diviniza.
Antífona 1¡Sí! Más que nunca sirvamos con amor a Aquel con quien nos hemos comprometido
Salmo 83Añoranza del templo
¡Qué deseables son tus moradas,Señor de los ejércitos!Mi alma se consume y anhelalos atrios del Señor,mi corazón y mi carnese alegran por el Dios vivo.Hasta el gorrión ha encontrado una casa;la golondrina, un nidodonde colocar sus polluelos:tus altares, Señor de los ejércitos,Rey mío y Dios mío.Dichosos los que viven en tu casaalabándote siempre.Dichosos los que encuentran en ti su fuerzaal preparar su peregrinación:cuando atraviesan áridos valles,los convierten en oasis,como si la lluvia tempranalos cubriera de bendiciones;caminan de altura en alturahasta ver a Dios en Sión.Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;atiéndeme, Dios de Jacob.Fíjate, ¡oh Dios!, en nuestro Escudo,mira el rostro de tu Ungido.Un solo día en tu casavale más que otros mil,y prefiero el umbral de la casa de Diosa vivir con los malvados.Porque el Señor es sol y escudo,él da la gracia y la gloria,el Señor no niega sus bienesa los de conducta intachable.¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombreque confía en ti!Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 1¡Sí! Más que nunca sirvamos con amor a Aquel con quien nos hemos comprometido.
Antífona 2Nos hemos comprometido por medio de promesas que nada ni nadie, en adelante, podrá romper.
Salmo 111Felicidad del justo
Dichoso quien teme al Señory ama de corazón sus mandatos.Su linaje será poderoso en la tierra,la descendencia del justo será bendita.En su casa habrá riquezas y abundancia,su caridad es constante, sin falta.En las tinieblas brilla como una luzel que es justo, clemente y compasivo.Dichoso el que se apiada y presta,y administra rectamente sus asuntos.El justo jamás vacilará,su recuerdo será perpetuo.No temerá las malas noticias,su corazón está firme en el Señor.Su corazón está seguro, sin temor,hasta que vea derrotados a sus enemigos.Reparte limosna a los pobres;su caridad es constante, sin falta,y alzará la frente con dignidad.El malvado, al verlo, se irritará,rechinará los dientes hasta consumirse.La ambición del malvado fracasará.Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Al menos durante este tiempo de retiro, reflexionen seriamente en esto, mis queridos hijos y no vean solamente su vocación en relación con sus intereses, sino consideren también los lazos esenciales que su estado les hace contraer con una multitud de niños cuya suerte eterna está, en cierto modo, en sus manos; miren si quieren que ellos vivan o si quieren que mueran; y piensen que al pronunciar su sentencia pronuncian la de ustedes.
AntífonaEnvía trabajadores a tu campo, pero no a los tibios y relajados, no a hombres ambiciosos de un vil salario, prontos a traicionar a Jesucristo y su causa.
Maravillas hizo en mí;mi alma canta de gozopues al ver mi pequeñezse detuvieron sus ojos.Y el que es Santo y Poderosohoy aguarda por mi sí.Mi alma canta de gozo.Maravillas hizo en mí.Maravillas hizo en mí;del alma brota mi canto.El Señor me ha amadomás que a los lirios del campo.Por el Espíritu Santo,Él habita hoy en mí.No cese nunca mi canto.Maravillas hizo en mí.
A cada intención respondemos:
Conságranos, Señor, para servirte
-. Señor, que siempre nos miremos en relación a tu llamado.
-. Señor, que seamos conscientes de la gran misión que nos has confiado.
-. Señor, convoca a otros para hacerte presente en medio de los niños y jóvenes.
-. Señor que vivamos con alegría el servicio al que nos has consagrado.
-. Señor, que te anunciemos como la perla preciosa que hemos encontrado.
-. Señor, que vivíamos alegremente nuestra cotidiana entrega a ti, en los niños y jóvenes de hoy.
Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: Conságralos en la verdad, tu palabra es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad. No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí (Jn 17, 17-20). Por el mismo Cristo nuestro Señor, amén.