Tratado de unión

¡Qué contento estoy! Tenía ciertas inquietudes sobre nuestra naciente sociedad, pero acabo de firmar unos acuerdos con el Sr. de la Mennais y la obra va a funcionar, todos mis tenores han desaparecido!
(Palabras de Gabriel a Juan, su cochero)

Tengo un candombe para Gabriel,
a Juan María canto también.
Hace dos siglos del día aquel
juntaron fuerzas amor y fe;
el mundo fueron a recorrer.

Vayamos todos juntos a Gabriel
y a Juan María sin decaer.
Vayamos juntos igual que ayer
mano con mano con los de a pie,
por el camino de hacer el bien.

Los Hermanos salieron a la frontera,
la Palabra la dieron a conocer,
contagiando la alegría verdadera
de encontrarnos con Jesús de Nazaret.

Es por eso que cantamos
recordando el día aquel,
/compartiendo un sentimiento:
menesiano quiero ser/ 3v

Antífona 1
Todos sus pensamientos lo mismo que sus deseos no deben tener otro fin que el solo interés de Dios sólo.

Salmo 104
El Señor es fiel a sus promesas

Den gracias al Señor, invoquen su nombre, 
den a conocer sus hazañas a los pueblos. 
Cántenle al son de instrumentos, 
hablen de sus maravillas, 
gloríense de su nombre santo, 
que se alegren los que buscan al Señor. 

Recurran al Señor y a su poder, 
busquen continuamente su rostro. 
Recuerden las maravillas que hizo, 
sus prodigios, las sentencias de su boca. 

¡Estirpe de Abrahán, su siervo; 
hijos de Jacob, su elegido! 
El Señor es nuestro Dios, 
El gobierna toda la tierra. 
Se acuerda de su alianza eternamente, 
de la palabra dada, por mil generaciones; 

de la alianza sellada con Abrahán, 
del juramento hecho a Isaac, 
confirmado como ley para Jacob, 
como alianza eterna para Israel: 
«A ti te daré el país cananeo, 
como lote de tu herencia». 

Cuando eran unos pocos mortales, 
contados, y forasteros en el país, 
cuando erraban de pueblo en pueblo, 
de un reino a otra nación, 
a nadie permitió que los molestase, 
y por ellos castigó a reyes: 
«No toquen a mis ungidos, 
no hagan mal a mis profetas». 

Llamó al hambre sobre aquella tierra: 
cortando el sustento de pan; 
por delante había enviado a un hombre, 
a José, vendido como esclavo; 

le trabaron los pies con grillos, 
le metieron el cuello en la argolla, 
hasta que se cumplió su predicción, 
y la palabra del Señor lo acreditó. 

El rey lo mandó desatar, 
el Señor de pueblos le abrió la prisión, 
lo nombró administrador de su casa, 
señor de todas sus posesiones, 
para que a su gusto instruyera a los príncipes 
y enseñase sabiduría a los ancianos. 

Entonces Israel entró en Egipto, 
Jacob se hospedó en la tierra de Cam. 
Dios hizo a su pueblo muy fecundo, 
más poderoso que sus enemigos. 

A éstos les cambió el corazón 
para que odiasen a su pueblo, 
y usaran malas artes con sus siervos. 
Pero envió a Moisés, su siervo, 
y a Aarón, su escogido, 
que hicieron contra ellos sus signos, 
prodigios en la tierra de Cam. 

Envió la oscuridad, y oscureció, 
pero ellos resistieron a sus palabras; 
convirtió sus aguas en sangre, 
y dio muerte a sus peces; 
su tierra pululaba de ranas, 
hasta en la alcoba del rey. 

Ordenó que vinieran tábanos 
y mosquitos por todo el territorio; 
les dio en vez de lluvia granizo, 
llamas de fuego por su tierra; 
e hirió higueras y viñas, 
tronchó los árboles del país. 

Ordenó que viniera la langosta, 
saltamontes innumerables, 
que roían la hierba de su tierra, 
y devoraron los frutos de sus campos. 
Hirió de muerte a los primogénitos del país, 
primicias de su virilidad. 

Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, 
entre sus tribus nadie tropezaba; 
los egipcios se alegraban de su marcha, 
porque los había sobrecogido el terror. 

Tendió una nube que los cubriese, 
y un fuego que los alumbrase de noche. 
Lo pidieron, y envió codornices, 
los sació con pan del cielo; 
hendió la peña, y brotaron las aguas, 
que corrieron en ríos por el desierto. 

Porque se acordaba de la palabra sagrada, 
que había dado a su siervo Abrahán, 
sacó a su pueblo con alegría, 
a sus escogidos con gritos de triunfo. 

Les asignó las tierras de los gentiles, 
y poseyeron las haciendas de las naciones: 
para que guarden sus decretos
y cumplan su ley.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1
Todos sus pensamientos lo mismo que sus deseos no deben tener otro fin que el solo interés de Dios sólo.


Antífona 2
Este sacerdote (Gabriel) merece ocupar este puesto por sus talentos y por el buen espíritu que lo anima.

Salmo 110
Doy gracias al Señor de todo corazón 

Doy gracias al Señor de todo corazón, 
en compañía de los rectos, en la asamblea. 
Grandes son las obras del Señor, 
dignas de estudio para los que las aman. 

Esplendor y belleza son su obra, 
su generosidad dura por siempre; 
ha hecho maravillas memorables, 
el Señor es piadoso y clemente. 

El da alimento a sus fieles, 
recordando siempre su alianza; 
mostró a su pueblo la fuerza de su obrar, 
dándoles la herencia de los gentiles. 

Justicia y verdad son las obras de sus manos, 
todos sus preceptos merecen confianza: 
son estables para siempre jamás, 
se han de cumplir con verdad y rectitud. 

Envió la redención a su pueblo, 
ratificó para siempre su alianza, 
su nombre es sagrado y temible. 

Primicia de la sabiduría es el temor del Señor, 
tienen buen juicio los que lo practican; 
la alabanza del Señor dura por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2
Este sacerdote (Gabriel) merece ocupar este puesto por sus talentos y por el buen espíritu que lo anima.


Desde hace dos años, me he puesto de acuerdo con el señor Deshayes, antiguo párroco de Auray, en formar maestros de escuela para los pueblos y pequeñas ciudades de Bretaña. Los colocamos solos o dos juntos según la población de los ayuntamientos que nos los solicitan.
He fundado en la diócesis de Saint Brieuc ocho centros de este tipo en los cuales se da instrucción, según el método de los hermanos (FEC), a más de 1500 alumnos, que casi todos son admitidos gratuitamente: otras ocho escuelas similares se han establecido en las diócesis de Vannes y Rennes.
Tenemos la esperanza de organizar un poco más tarde, de forma duradera esta institución naciente; pero antes de darle reglas fijas y de pedir para ella la aprobación legal, es necesario que compremos una casa que sirva de central, y que el número de sujetos sea más considerable. Para aumentarlo, he formado en mi casa de Saint Brieuc un noviciado, que ahora está compuesto por catorce jóvenes que mantengo a mi costa, el señor Deshayes mantiene a otros….
Su Excelencia sabe en qué deplorable estado de ignorancia y de miseria están la mayor parte de nuestras parroquias bretonas y cómo la diferencia de lengua hace difícil la instrucción: se dará cuenta, por tanto, de que el único medio de remediar esta ignorancia y los desórdenes que vienen del pequeño número de pastores, es multiplicar las escuelas cristianas, formando maestros que asuman únicamente por motivos religiosos funciones tan penosas, cuesten poco a las parroquias e inspiren a los padres una confianza total y merecida. (Carta 958, al Ministro)

Antífona
Estoy contento. Ya está nuestra Sociedad sólidamente establecida. Acabo de tomar con el Señor de la Mennais unos acuerdos que todo lo simplifican. ¡Bendito sea Dios!

Mi alma glorifica al Señor, mi Dios,
gózase mi espíritu en mi Salvador.
Él es mi alegría, es mi plenitud,
Él es todo para mí.

Ha mirado la bajeza de su esclava,
muy dichosa me dirán todos los pueblos
porque en mí ha hecho grandes maravillas
El que todo puede, cuyo Nombre es Santo.

Su clemencia se derrama por los siglos
sobre aquellos que le temen y le aman,
desplegó el gran poder de su derecha,
dispersó a los que piensan que son algo.

Derribó a los potentados de sus tronos,
elevó a los humildes y a los pobres,
los hambrientos se saciaron con sus bienes
y alejó de sí, vacíos a los ricos.

Acogió a Israel, su humilde siervo
acordándose de su misericordia,
como había prometido a nuestros padres,
a Abraham y descendencia para siempre.

Antífona
Estoy contento. Ya está nuestra Sociedad sólidamente establecida. Acabo de tomar con el Señor de la Mennais unos acuerdos que todo lo simplifican. ¡Bendito sea Dios!

A cada intención respondemos:

Señor, que nuestra educación sea evangelizadora

-. Por cada uno de los educadores que animan la vida en nuestros centros educativos.

-. Por aquellos educadores que son testimonio de Jesús con sus actos y palabras.

-. Por las familias que nos confían sus hijos para que les brindemos una educación cristiana.

-. Por las familias que nos eligen por ser competentes escolarmente, para que encuentren en la propuesta un estilo de relaciones cristianas.

-. Por los alumnos que nos confías para que crezcan en sabiduría y gracia ante Dios y las personas.

-. Por la familia menesiana para que anuncie con su vida que la educación evangelizadora es el aporte que estamos llamados a hacer los menesianos al mundo.

Señor Jesús, hace 200 años,
Juan María de la Mennais y Gabriel Deshayes
vivieron el desamparo de los niños y de los jóvenes
“que eran como ovejas sin pastor”.

Ilumínanos y haznos descubrir hoy
el grito de los que esperan pastores
de corazón generoso.

Concede a todos los miembros
de la Familia Menesiana
apoyarse en tu misericordia,
en la unidad de una única Familia.
Y danos la paz y la alegría de escribir
una nueva página para la misión.

Que con la oración a María,
caminemos juntos por los caminos de la paz
y que anunciemos con gozo
la Buena Nueva a los pobres.

¡Dios sólo en el tiempo
Dios sólo en la eternidad!