Providencia de mi Dios,oh madre, que tantas veces he invocado,y a quien he ofrecido, consagrado,entregado esta casay cuantos ha reunido en ella tu gracia.Providencia siempre buena,tan sabia, tan llena de piedad y amorpara con tus pobres criaturas;te adoramos, te bendecimos,nos abandonamosen tus manos sin reserva.Haz de nosotros todo lo que quieras.Sólo deseamoscumplir tu voluntad en todo:En las humillaciones y en las grandezas,en la pobreza y en la riqueza,en la salud y en la enfermedad,en la vida y en la muerte.Providencia de mi Dios,vela sobre tus hijos,afiánzanos, dirígenos.Sé tú nuestra defensa,nuestra guía y nuestra esperanza.¡Dios Sólo en el tiempo!¡Dios Sólo en la eternidad!¡Dios Sólo en el día de hoy!En todo y en cada cosa,¡Dios Sólo!
La pobreza religiosa es inseparable de la caridad. Conscientes de su solidaridad con los pobres, los Hermanos se muestran generosos con ellos y se esfuerzan sobre todo, en suprimir las causas de la miseria.
Cuando un religioso cree tener motivos para quejarse de los hombres, y así consolarse de sus malesculpándolos, sólo tiene que recordar el ejemplo de Jesucristo y mirar a su crucifijo.
1955: Armel-Henri Le Sourne1963: Ludovic-Georges Gruénais2004: Fernand Dussault (Léonce-Marie)2009: André Robert. (André-Corsini)