Señor, que has dicho:Dejen que los niños vengan a Mí.Tú me has inspirado el deseode dedicar mi vidaa los niños y jóvenespara llevarlos a Ti.Dígnate bendecir mi vocación,asísteme en mis trabajos de hoy,derrama sobre mí,sobre todos mis hermanosy sobre todos los que trabajamosen esta obra educativa,el espíritu de fortaleza,de caridad y de humildad,para que nada nos apartede tu servicio.Haz que hoy cumpla con celoel ministerio educativoal que nos has consagrado.Hazme perseverar hasta el finpara alcanzar asíla salvación que noshas prometido. Amén
La obligación de obedecer es más grave cuando el Superior General, o su delegado, manda en nombre de la santa obediencia. Lo hará así rara vez y sólo en caso de necesidad y, a ser posible, por escrito o en presencia de dos testigos.
Por hoy me limito a pedirles que no tengan la mira más que en Dios en sus menores acciones: no busquen más que su gloria y no la que viene de los hombres: desconfíen de sus aplausos, de sus alabanzas; y si tienen algunos éxitos, refiéranselos a Aquél de quien proceden, y de quien fluye toda gracia.
1981: Georges Pelland (Oscar-Marie)2007: Henri Denoual (Joseph-Alexandre)