San Juan Gualberto

Señor, que has dicho:
Dejen que los niños vengan a Mí.
Tú me has inspirado el deseo
de dedicar mi vida
a los niños y jóvenes
para llevarlos a Ti.
Dígnate bendecir mi vocación,
asísteme en mis trabajos de hoy,
derrama sobre mí,
sobre todos mis hermanos
y sobre todos los que trabajamos
en esta obra educativa,
el espíritu de fortaleza,
de caridad y de humildad,
para que nada nos aparte
de tu servicio.
Haz que hoy cumpla con celo
el ministerio educativo
al que nos has consagrado.
Hazme perseverar hasta el fin
para alcanzar así
la salvación que nos
has prometido. Amén

  • Por la familia menesiana que vive la misión en El Alto y la comunidad de Kinshasa (Congo).
  • Por las misiones en la Iglesia.
  • Por el Distrito San Pedro Chanel (Tahití e Islas Marquesas)
  • Por las paz en el mundo.

La obligación de obedecer es más grave cuando el Superior General, o su delegado, manda en nombre de la santa obediencia. Lo hará así rara vez y sólo en caso de necesidad y, a ser posible, por escrito o en presencia de dos testigos.

Por hoy me limito a pedirles que no tengan la mira más que en Dios en sus menores acciones: no busquen más que su gloria y no la que viene de los hombres: desconfíen de sus aplausos, de sus alabanzas; y si tienen algunos éxitos, refiéranselos a Aquél de quien proceden, y de quien fluye toda gracia.

1981: Georges Pelland (Oscar-Marie)
2007: Henri Denoual (Joseph-Alexandre)