Oseas 14, 2-10Salmo 50, 3-4. 8-9. 12-14. 17
Jesús dijo a sus discípulos: Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas. Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes que llegue el Hijo del hombre.
Dios mío, te agradezco que me hables claro, que me digas desde el principio que el ser cristiano no es fácil, conlleva dificultades, persecuciones y, en algún caso, la misma muerte. Nada, por otra parte, que no haya sucedido a Jesús. Y el discípulo no puede ser de mejor condición que el maestro. Pero la causa de Jesús nunca fracasa porque la muerte siempre termina en vida. Señor, que aún en medio de mis dificultades, jamás pierda la esperanza.«Los envío como ovejas en medio de lobos». Estas palabras de Jesús sólo pueden entenderse a la luz de los profetas. Isaías había anunciado para los tiempos mesiánicos cosas admirables, lo nunca visto: “Entonces, el lobo y el cordero irán juntos; y la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león engordarán juntos… un niño jugará en la hura del áspid” (Is. 11,6-8). Todo lo salvaje y bestial del hombre será domesticado por la fuerza del amor. El bien se apoderará del mal. La vida será un juego, un bonito juego donde nadie sospechará de nadie; nadie se sentirá extraño ni peregrino; todos se sentirán amigos y hermanos; todos se darán las manos en una maravillosa danza de amor y así con las manos enlazadas, nadie tendrá ya las manos libres para hacer el mal y estando las manos enlazadas, ya no quedarán manos pidiendo una limosna. Los primeros cristianos lo tenían todo en común y no había necesidades entre ellos. Cuando se comparte, aunque sea poco, llega a todos.Señor, me encantan los sueños de los profetas. Son gente linda, audaces, creadores, alegres, personas llenas de ilusión y de esperanza. Hoy más que nunca necesitamos profetas que anuncien con sus palabras y, sobre todo, con el testimonio de su vida, que un mundo nuevo es posible; que vale la pena luchar por un mundo más humano, más unido. Que todavía caben las utopías y aún nos es lícito soñar. !Gracias, Señor!
MAXIMANo tengamos miedo, Jesús está.
Te asustas de las dificultades y el miedo que les tienes las aumenta. ¡Vamos! ten valor y confianza, no en ti mismo, sino en Dios; le pediré que esté contigo y te bendiga. (Al H. Ivo, 24-11-1852)
No recibimos el espíritu de Diospara seguir viviendo esclavos,sino que hijos adoptivos, el Señor,nos hizo por su hijo amado.Y es el espíritu quien hoydice en nuestro corazón:“No tengan miedo de ser santos”.Él, a su lado, nos llamóY, convocados por su amor,todos unidos le cantamos.No tenemos miedo, no (4)Cae la tarde, pierde el día su fulgory el miedo crece entre las sombras.Pero, en la noche, el creyente corazónespera el brillo de la aurora.Así, despierto, nuestro amorespera el mensajero albordel día que ya está llegando.Sus centinelas somos hoy,testigos de ese nuevo solque es Jesús resucitado.Y así, en Cristo alimentamos la esperanzade construir la civilización del amor.El amor de Dios inclina la balanza.Si a nuestro lado está,¿quién nos podrá enfrentar?Ya no podemos, por la gracia del Señor,permanecer indiferentes.Ya no podemos resignarnos al dolor,a la miseria, a la muerte.Dios nos invita a iluminarcon nuestra vida pastorallas realidades en penumbras.Y es nuestra apuesta, nuestro plande transformar la realidadcon su presencia y con su ayuda.Si en la balanza de este mundo y su dolor,más que el amor, pesan las armas;si manda el dólar,si la guerra y la opresiónnos acorralan la esperanza,aún hay oportunidadpara jugarse de verdad,para no darse por vencido.Hay un camino que tomarpor los humildes, por la pazpor la verdad de Jesucristo.Y así, en Cristo alimentamos la esperanzade construir la civilización del amor.El amor de Dios inclina la balanza.Si a nuestro lado está,¿quién nos podrá enfrentar?