Señor, estoy a tus piescomo un niño pequeñoque espera tus órdenes.No quiero, no deseo nada,sino hacer lo que pidas de mípara tu mayor gloria.Habla pues, Señor,y obedeceré sin dudar,sin lamentarme, con alegría y con amor.
Religiosos al servicio de la Iglesia, los Hermanos están llamados a ser, por este motivo hombres de oración.
En los momentos dolorosos, tienes que ser más fiel que nunca a los ejercicios (de piedad); aunque no encuentres ningún gusto, hazlos exactamente y en espíritu de fe, sin quedarte en los consuelos sensibles que Dios te niega, no porque esté enfadado contigo, sino porque quiere hacerte más conforme a su divino Hijo, cuya alma estuvo desolada y triste hasta la muerte.
2015: Pierre Lamande (Célestin-Pierre)