Beatos Angelelli, Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera

Señor, estoy a tus pies
como un niño pequeño
que espera tus órdenes.
No quiero, no deseo nada,
sino hacer lo que pidas de mí
para tu mayor gloria.
Habla pues, Señor,
y obedeceré sin dudar,
sin lamentarme, con alegría y con amor.

  • Por el curso de formación de Hermanos que se preparan a la profesión perpetua.
  • Por el cumpleaños del H. Louis Natukunda de Uganda.
  • Por los que son perseguidos o pierden su vida por transmitir el Evangelio.
  • Por la comunidad de Yokohama (Japón) y la de Nkozi.

Religiosos al servicio de la Iglesia, los Hermanos están llamados a ser, por este motivo hombres de oración.

En los momentos dolorosos, tienes que ser más fiel que nunca a los ejercicios (de piedad); aunque no encuentres ningún gusto, hazlos exactamente y en espíritu de fe, sin quedarte en los consuelos sensibles que Dios te niega, no porque esté enfadado contigo, sino porque quiere hacerte más conforme a su divino Hijo, cuya alma estuvo desolada y triste hasta la muerte.

2015: Pierre Lamande (Célestin-Pierre)