Isaías 38, 1-6-8. 21Isaías 38, 10-12. 16
En aquel tiempo, Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado.Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.Al ver esto, los fariseos le dijeron: Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado.Pero él les respondió: ¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta? Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo.Si hubieran comprendido lo que significa, ‘yo quiero misericordia y no sacrificios’, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado.
Señor, dame la sensatez para saber distinguir lo esencial de lo accidental. Para aquellos fariseos del tiempo de Jesús, lo esencial era el cumplimiento de la ley hasta caer en minucias absurdas. Entendían como trabajo prohibido por la ley el “frotar las espigas” con las manos. Jesús no puede permitir esta falsa interpretación del sábado, día en que uno cesa del duro trabajo de la semana, para descansar con su Dios en la oración y dedicar este tiempo sagrado al cuidado de los hermanos que lo necesitan. Dame, Señor, tu Espíritu para saber interpretar tu ley.Las tres grandes Instituciones de los judíos eran: La Ley, el Templo y el Sábado. En un principio la Ley, “La Torá” era la voluntad de Dios expresada como una manifestación de amor en el corazón de los fieles. A lo largo del tiempo, las escuelas farisaicas la multiplicaron en muchos preceptos hasta convertirla en “fardos pesados que cargan a la gente en los hombros” (Mt. 23,4). El Templo que, en un principio, pretendió “dar un espacio” para Dios, se convirtió en “cueva de bandidos” al pretender amordazar a Dios diciendo ¡Templo de Yavé! Y así cometer impunemente todo tipo de injusticias. Y el sábado, hecho para consagrar un tiempo a Yavé, se convirtió en instrumento de esclavitud al no poder ni siquiera hacer el bien. Jesús quiso descubrir el significado profundo de estas instituciones (Ley, sábado, Templo) al decir que “Él está por encima del Templo y es Señor del Sábado” Por eso, siempre que en el evangelio estas instituciones entran en conflicto con el hombre, Jesús estará a favor del hombre y no a favor de las instituciones.Señor, yo quiero ser cristiano, pero no fariseo; yo quiero cumplir hasta en los últimos detalles el mandamiento tuyo del amor. Y te pido que me ayudes a sumergir mi corazón en el mar infinito de tu amor para poder amar a mis hermanos con un corazón lleno de ternura y de misericordia.
MÁXIMADios nos quiere misericordiosos
Se dirá el último día a aquellos que no han practicado misericordia hacia sus hermanos: No han traído aquí ningún sentimiento de humanidad, no encontrarán ninguno; han sembrado la dureza, la inhumanidad, recogerán sus gavillas. Han huido a la misericordia, ella se alejará de ustedes. Han despreciado a los pobres, serán despreciados por Aquél que se ha hecho pobre por amor” (S.IX p.2586. Cita de S. Gregorio)
Si hablara palabras de parte de Diosy no tengo amor,de nada me vale,de nada me vale.Si sé lo profundo de cada misterioy no tengo amor,de nada me valede nada me vale.De nada me vale,de nada me vale.Sin amor la vidaes arar el aire.De nada me vale,de nada me vale.Sin amor las manosno ayudan a nadie.Si tengo la fe que mueve montañasy no tengo amor,de nada me vale,de nada me vale.Si doy lo que tengo, incluso mi viday no tengo amor,de nada me vale,de nada me vale.