Santos Lázaro, Marta y María

Providencia de mi Dios,
oh madre, que tantas veces he invocado,
y a quien he ofrecido, consagrado,
entregado esta casa
y cuantos ha reunido en ella tu gracia.
Providencia siempre buena,
tan sabia, tan llena de piedad y amor
para con tus pobres criaturas;
te adoramos, te bendecimos,
nos abandonamos
en tus manos sin reserva.
Haz de nosotros todo lo que quieras.
Sólo deseamos
cumplir tu voluntad en todo:
En las humillaciones y en las grandezas,
en la pobreza y en la riqueza,
en la salud y en la enfermedad,
en la vida y en la muerte.
Providencia de mi Dios,
vela sobre tus hijos,
afiánzanos, dirígenos.
Sé tú nuestra defensa,
nuestra guía y nuestra esperanza.
¡Dios Sólo en el tiempo!
¡Dios Sólo en la eternidad!
¡Dios Sólo en el día de hoy!
En todo y en cada cosa,
¡Dios Sólo!

  • Por el curso de formación de Hermanos que se preparan a la profesión perpetua.
  • Por el personal de servicio de nuestras comunidades.
  • Por la familia menesiana del Centro Educacional de Culiprán.
  • Por las vocaciones religiosas y sacerdotales.

En virtud de la voluntad manifiesta de los Fundadores, la Congregación se dedica igualmente al apostolado misionero.

A veces creemos haber destruido completamente el orgullo y al momento siguiente nos damos cuenta de que se ha disfrazado aplicándose a objetos espirituales: ya no se alimenta de groseros halagos, sino de virtudes y, a veces, de la gloria misma de la humildad.

1951: Ambrosius Meek
1954: Alfred-François Bocquel
1989: Hormisdas Gamelin (Hormisdas-Marie)