Consideraríamos esta muerte (la de la Madre Michelle) como un golpe mortal para nuestra naciente Congregación si no tuviéramos plena confianza en la Providencia, que protege y sostiene las obras destinadas a procurar la gloria de Dios y la salvación del próximo. (Gabriel Deshayes)
Providencia de mi Dios,oh Madre míaque tanto amamos,te adoramos, te bendecimos,nos entregamos a Ti.Haz de nosotros todo cuanto quieras,en la grandeza o en la humillación,en la riqueza como en la pobreza,en la salud y en la enfermedad.Providencia de mi Dios…
Antífona 1No te canses de adorar y bendecir esta Providencia llena de misericordia.
Salmo 138Dios está en todas partes y lo ve todo
Comentario de JMLM: Me conoces mejor que yo mismo. Me entiendes en lo que yo no me entiendo. En ti es donde me encuentro a mí mismo, en tu rostro veo el reflejo del mío, en el conocimiento que tú tienes de mí es donde he de encontrar el propio conocimiento que afanosamente busco. Tratar contigo en la oración es la mejor manera de llegar a conocerme a mí mismo.
Señor, tú me sondeas y me conoces;me conoces cuando me siento o me levanto,de lejos penetras mis pensamientos;distingues mi camino y mi descanso,todas mis sendas te son familiares.No ha llegado la palabra a mi lengua,y ya, Señor, te la sabes toda.Me envuelves por doquier,me cubres con tu mano.Tanto saber me sobrepasa,es sublime, y no lo abarco.¿Adónde iré lejos de tu aliento,adónde escaparé de tu mirada?Si escalo el cielo, allí estás tú;si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;si vuelo hasta el margen de la aurora,si emigro hasta el confín del mar,allí me alcanzará tu izquierda,tu diestra llegará hasta mí.Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,que la luz se haga noche en torno a mí»,ni la tiniebla es oscura para ti,la noche es clara como el día.
Tú has creado mis entrañas,me has tejido en el seno materno.Te doy gracias,porque me has formado portentosamente,porque son admirables tus obras;conocías hasta el fondo de mi alma,no desconocías mis huesos.Cuando, en lo oculto, me iba formando,y entretejiendo en lo profundo de la tierra,tus ojos veían mis acciones,se escribían todas en tu libro,calculados estaban mis díasantes que llegase el primero.¡Qué incomparables encuentro tus designios,Dios mío, qué inmenso es su conjunto!Si me pongo a contarlos, son más que arena;si los doy por terminados, aún me quedas tú.Señor, sondéame y conoce mi corazón,ponme a prueba y conoce mis sentimientos,mira si mi camino se desvía,guíame por el camino eterno.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 2Dios no piensa para nosotros más que pensamientos de paz.
Padre, me pongo en tus manos,haz de mí lo que quieras.sea lo que sea, te doy gracias.Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo,con tal que tu voluntad se cumpla en mí.No deseo nada más,te confío mi alma,te la doy con todo el amordel que soy capaz.Porque te amo y necesito darme,ponerme en tus manos, porque eres mi Padre.
No se asusten de antemano, recuerden que el buen Dios no abandona nunca a quienes le son fieles (…) y les da las gracias adecuadas a sus necesidades (…)Cuánto más difíciles sean las circunstancias, tanto más habrá que aumentar la confianza en Dios: confíen en sus manos sus más caros intereses y abandónense sin reserva a la Providencia de Dios. No se asusten por cuando pueda suceder, repetía después, reanimen la su fe y confianza.
AntífonaDios no medita sobre nuestro miserable corazón más que meditaciones de amor.
Mi alma glorifica al Señor, mi Dios,gózase mi espíritu en mi salvador.Él es mi alegría, es mi plenitud,Él es todo para mí.Ha mirado la bajeza de su siervamuy dichosa me dirán todos los pueblosporque en mí ha hecho grandes maravillasel que todo puede cuyo nombre es santo.Su clemencia se derrama por los siglossobre aquellos que le temen y le amandesplegó el gran poder de su derechadispersó a los que piensan que son algo.Derribó a los potentados de sus tronosensalzó a los humildes y a los pobreslos hambrientos se saciaron con sus bienesy alejó de sí vacíos a los ricos.Acogió a Israel su humilde siervoacordándose de su misericordiacomo había prometido a nuestros padresa Abraham y descendencia para siempre.
A cada intención respondemos:
No veamos más que a Dios en todo
-. Que en los momentos de incertidumbre y pesar…
-. Cuando la luz se vuelve noche en torno a nosotros…
-. Cuando la vida nos sonríe y todo es dicha y gozo…
-. Que nunca me atribuya el éxito, sino que…
-. Que siempre tengas la mirada puesta en el Señor…
Tú, Señor, que nos conoces y con tu mirada penetras nuestros pensamientos, cúbrenos siempre con tu palma, vela sobre nosotros para que nuestro camino no se desvíe, y con tu saber portentoso guíanos por el camino eterno. Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.