San Bernardo de Claraval

Padre, me pongo en tus manos, 
haz de mí lo que quieras, 
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo, 
con tal que tu voluntad se cumpla en mí, 
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma, 
te la doy con todo el amor
de que soy capaz, porque te amo
y necesito darme, 
ponerme en tus manos sin medida, 
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
(Carlos de Foucauld)

  • Por todos los miembros, hermanos y laicos, de la Familia menesiana.
  • Por la familia menesiana del Centro Educacional de Culiprán
  • Por la comunidad de Santo Domingo (España) y la de Mango (Togo)
  • Por los niños y jóvenes más necesitados de nuestras comunidades educativas.

El Hermano Maestro puede proponer a un novicio, o al grupo entero si lo juzga útil para su formación, uno o varios períodos de prueba fuera de la casa del Noviciado que permitan actividades relacionadas con el carácter del Instituto. Los novicios permanecen bajo la responsabilidad del Hermano Maestro, quien velará por la observancia de las normas prescritas por la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares.

Guarden el silencio en cierto modo menos porque está mandado, que porque sienten la necesidad de entrar dentro de ustedes mismos para oír la voz de Dios y hablar a solas con Él.

2003: Wilfrid Paquin (Léon-Victor)