Por su participación amorosa en la pasión del Salvador, el Hermano completa en su carne «lo que falta a las penalidades del Mesías por su Cuerpo, que es la Iglesia».
El sacrificio de Jesucristo fue total: renuncia a los bienes, a los honores del mundo, a las comodidades de la vida, desde la gruta de Belén hasta el calvario.
1958: Michael Roger Priputen1960: Emmanuel-Joseph Pavy1978: Henri Laroche (Marcel)1985: Herménégilde Delisle (Aristide-Joseph)1988: Leo Barnaby (Michael-Ernest)1996: André Terrienne (Donatien-Francis)1997: Valmore Antaya (Damien-Joseph)