Efesios 3, 2-12Isaías 12, 2-6 (Salmo)
Jesús dijo a sus discípulos: Entiéndalo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada.Pedro preguntó entonces: Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?El Señor le dijo: ¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.Pero si este servidor piensa: «Mi señor tardará en llegar», y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que, sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente.Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más.
Ese empleado, del que cuenta Jesús, en lugar de tener la túnica ceñida, la lámpara encendida y estar ocupado en su trabajo, se dedica a comer, beber en exceso y a tratar mal a los demás empleados. Se coloca en el puesto del amo, dueño y señor de los bienes y de las personas.Este hombre somos nosotros cuando nos queremos poner en el puesto de Dios, mal usar los bienes de la tierra y dominar a los demás. Desde nuestras entrañas nos surge el deseo de poder, de dominio, de ser más que los otros, de figurar y ser alabados. Deseamos ser ídolos y un ídolo busca la adoración de sus fieles.El problema de la guerra, el maltrato a la naturaleza, los millones de refugiados que deben huir de sus hogares, el poner por encima de todo los intereses económicos, son ejemplos de quienes se vuelven patrones por decisión propia y ponen todo al servicio de sus intereses egoístas.¡Qué distinto el camino elegido y propuesto por Jesús! Él es el servidor fiel que se arremanga para estar más libre para servir, el que mantiene su lámpara encendida y es fiel al proyecto del Padre. Por eso ha sido puesto como ‘administrador de todos sus bienes’, por eso, ‘Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre’. (Fil 2,9)¿Cuáles son nuestros caminos?
MÁXIMAEl camino de la vida es el servicio.
Es necesario ayudarnos unos a otros a servir, a alabar a nuestro divino Maestro; es una parte de la comunión de los santos, que no será, es cierto, plenamente consumada más que en el cielo, donde todos los corazones no serán más que uno sólo en el corazón de Jesucristo, pero que debe comenzar en la tierra, por la comunión de nuestros sentimientos, de nuestros esfuerzos y de nuestras oraciones” (R 438)