Apocalipsis 4, 1-11Salmo 150, 1-6
Jesús añadió una parábola. Les dijo: Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: Háganlas producir hasta que yo vuelva. Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: No queremos que éste sea nuestro rey.Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y le dijo: Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más. Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades.Llegó el segundo y le dijo: Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más. A él también le dijo: Tú estarás al frente de cinco ciudades.Llegó el otro y le dijo: Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado. Él le respondió: Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses.Y dijo a los que estaban allí: Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más. ¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aun lo poco que tiene. En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, traíganlos aquí y mátenlos en mi presencia.Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén.
Esta parábola es un poco diferente de la de los talentos que cuenta Mateo. Posiblemente a lo largo del tiempo se fueron haciendo versiones diferentes de una misma parábola que contó Jesús. Recordemos que los Evangelios se escribieron muchos años después y que las comunidades no gozaban de la intercomunicación de la que gozamos hoy.En esta versión de Lucas, Jesús acababa de comer con Zaqueo, jefe de los cobradores de impuestos. A la multitud que seguía a Jesús le pareció ofensivo que fuera a la casa de un aborrecido recaudador de tributos. Durante la comida, Zaqueo anunció que devolvería el dinero que había cobrado injustamente. Al oírlo, Jesús dijo que aquel día había llegado la salvación a la casa de Zaqueo y que el Hijo del Hombre había ido “a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Ese es el contexto en que contó esta parábola.Qué podemos sacar como enseñanza de ella? Que todo lo que tenemos pertenece a Dios, que somos meros administradores de sus bienes y que él espera que los usemos de acuerdo a sus deseos. Es evidente que nuestra administración deja mucho que desear. Allí están las guerras, el deterioro del medioambiente, el uso y abuso que la humanidad hace de la naturaleza, etc. como muestras del mal manejo que hacemos de los bienes que Dios nos ha confiado.También podemos reflexionar sobre la gran bondad de nuestro Dios, que nos ha dado tantos bienes preciosos para administrar. No sólo las cualidades y posibilidades personales que cada uno ha recibido, sino también la fe, la gracia, el perdón, el amor, la esperanza, etc. Son todos talentos que crecen cuando los ponemos al servicio de los demás.Pidamos con san Francisco esa gracia de dar a manos llenas de esos dones preciosos que Dios nos ha regalado:Donde haya odio, ponga yo amor,donde haya ofensa, ponga yo perdón,donde haya discordia, ponga yo unión,donde haya error, ponga yo verdad,donde haya duda, ponga yo la fe,donde haya desesperación, ponga yo esperanza,donde haya tinieblas, ponga yo luz,donde haya tristeza, ponga yo alegría…
MÁXIMAHaz fructificar tus dones
Unos dicen: tengo muchos defectos y pocos talentos. ¿No es eso un signo de que no tengo vocación? Yo respondo: ¿Eres hombre de buena voluntad, la voluntad de ser todo de Dios? Vete en paz, eso es lo esencial: En cuanto a tus defectos, si son reales toma la resolución de corregirte de ellos… El deseo de perfección es sin duda bueno, pero no viene de Dios cuando su resultado es la turbación y nos lleva a renunciar a la misma perfección. En cuanto a tus talentos ¿no es tu amor propio el que sufre y se asusta por su inferioridad? ¿Qué es lo que Dios te pide y lo que te piden tus superiores en su nombre? ¿No es el usar todo lo que han recibido para su gloria? (Motivos de desanimo)
Vivir con miedo nos ata.El miedo provoca la distancia,nos mete hacia adentroy guardamos las alassin más intención que cuidarlas.Volar sin miedo nos lanzaa vivir y colmar esperanzas;nos lleva hacia otrosy a sueños que alcanzatan sólo quien estrena sus alas.Amar es reinventar cómo dar vida,es hacer fecundo y fértil cada día,es quererme como soyy respetar lo que otro ansíay ponerme a trabajar sin garantías.Amar es creer que la alegríano puede guardarseporque se marchita;es no parar el aguapara que corra siempre limpiay compartirla como donque nos habita.Amar es vencer el miedo que paralizapues vivir sin arriesgar,es embalsamar la vida;no perder y no ganar por no errares cobardía.Regalar cada talento,es lo que el mundo necesita.