Hechos 6, 8-10. 54-60Salmo 30, 3-4. 6. 8. 16. 17
Jesús dijo a los apóstoles:Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquél que persevere hasta el fin se salvará.
Este Evangelio nos da testimonio de lo que pasaron muchos cristianos de la época, que como Esteban querían predicar la Buena Nueva de Jesús, en una sociedad que no estaba muy dispuesta a aceptar la nueva propuesta. No fue una novedad aceptada alegremente.Comenzaron a perseguir a la nueva ‘secta’ los judíos, en nombre de Yahveh, entre ellos Saulo de Tarso. Después de eliminar al líder y fundador, querían borrar del mapa a los seguidores. Siguieron luego los emperadores romanos, sumando mártires en abundancia.Navidad nos habla de paz, de familia, de alegría. Y de golpe la Iglesia nos ofrece este Evangelio y la figura de Esteban, que nos hablan de violencia. Seguir a Jesús no es gratuito. Muchos pagaron con su vida su seguimiento. Aún hoy en algunos puntos del planeta, ser cristiano es peligroso. El papa Francisco nos recuerda que “La Iglesia de hoy es rica en martirios y está irrigada por su sangre que es semilla de nuevos cristianos”.(25-09-19)En nuestros países nos hemos acostumbrado al calmo mar de la ‘cultura cristiana’ o el de la indiferencia generalizada, que nos permite vivir tranquilos. Pero esto nos ha llevado a aceptar anti-valores, a tener una fe licuada y flácida. Lo que llamamos fe a veces no es más que un conjunto de costumbres, ritos, oraciones recitadas de memoria, gestos y signos. Pero ¿tenemos fe?
Hijos míos, todas las palmas del martirio, de los confesores de la fe, del celo apostólico no han sido todavía distribuidas, quedan aún para nosotros, marchemos hacia adelante con alegría para conquistar las que nos son ofrecidas, lancémonos para tomarlas; si perseveramos hasta el fin, serán nuestras. (Sermón sobre las ventajas del retiro)
Si la fe mueve montañas,mucho más hará en tu corazón.Sólo reza y ten confianza.Todo lo puedes en el Señor.Abre totalmente el almaa la voluntad de nuestro Dios.Nunca pierdas la esperanza.Llegarás a escuchar su voz.Caminaremos por el mundo,contagiaremos la fe,porque no podemos callarlo que hemos visto y oído.No podemos hoy callar el amor.No podemos callarlo que hemos visto y oído.Anunciar a Dioses nuestra misión.Llevarás su nombre en lo alto,curarás a los hermanos,harás muchos más milagroscon la fuerza y el poder de Dios.No hace falta que te inquietes,qué dirás en cada situación.Sólo ofrece lo que eresy el Espíritu hablará en tu voz.Anunciaremos por el mundoque Jesús vivo está.Porque no podemos callar.lo que hemos visto y oído.No podemos hoy callar el amor. No podemos callarlo que hemos visto y oído.Anunciar a Dioses nuestra misión.