1ª Juan 1, 1-4Salmo 96, 1-2. 5-6. 11-12
El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra estaba sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro. Vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.
En la oración de este día, quiero pedirte, Señor, que aprenda a buscarte donde realmente estás y no donde yo me imagino que puedes estar. María Magdalena fue a buscarte a un sepulcro y lo único que pedía era tu cadáver. Tenía un inmenso amor, pero poca fe en la Resurrección. Había quedado muy atada a tu presencia física y no quería soltarte. Dame a mí la gracia de buscarte donde tú estás, no en un sepulcro que huele a muerto, sino en un jardín de amor, con fragancia de vida.María Magdalena es una mujer loca de amor a Jesucristo. Va al sepulcro a llorar la ausencia de la persona que más quiere. Y pregunta al hortelano si sabe dónde han puesto el cadáver de Jesús. Ella quiere ir a buscarlo. Le preguntamos cariñosamente: María, ¿qué piensas hacer con un cadáver? No quiero que me contestes, porque no puede haber una respuesta razonable. Lo único que hay es una locura de amor. Los comentaristas nos dicen que este relato tiene mucho que ver con el Cantar de los Cantares. Hay un jardín, unos esposos enamorados, una búsqueda, unas palabras llenas de admiración, un encuentro. No cabe duda de que este relato San Juan lo ha montado sobre el trasfondo del Cantar de los Cantares. Jesús Resucitado es el nuevo Esposo. Y María Magdalena va a representar a la Iglesia, como nueva esposa. La consecuencia es clara: Jesús resucitado quiere tener con su nueva esposa unas relaciones esponsales. De este modo, María Magdalena representaría el «amor loco» de esposa enamorada que responde al amor loco de Dios que, en la Cruz, ha entregado su vida. La esposa enamorada no se entrega al esposo por la fuerza o la violencia sino con amor apasionado. Y ésta es la respuesta que espera Jesús de cada cristiano.Hay que destacar el trato exquisito que dio Jesús a las mujeres:.- Se dejó acompañar (Lc. 8,2-3)..- Se dejó tocar, besar y perfumar sus pies por ellas (Lc. 7,36-50)..- Les devolvió la dignidad perdida (Jn. 8,1-11)..- Sabiendo que entonces no servía el testimonio de las mujeres, se apareció primero a ellas en la Resurrección y, en el caso de María Magdalena, la llamó por su nombre y la convirtió en la primera “evangelizadora”. En este asunto tan delicado, tenemos derecho a preguntarnos: ¿Ha sido la Iglesia fiel a Jesús?Gracias, Dios mío, porque hoy he entendido un poco más la esencia del cristianismo. Doctrina maravillosa centrada en el amor y que, desgraciadamente, la desdibujamos con nuestras conductas mezquinas y rastreras. Señor, quiero vivir amando, quiero hacer del amor el fundamento de mi vida. No quiero ser especialista de nada: ni en ciencias, ni en arte, ni en oficios. Quiero ser sólo especialista del amor y así quemar mi vida amando.
Hay que alegrarse en la noche oscura de la fe: no buscar tener todo previsto y estar prevenidos en todo… Hacer lo que se pueda y lo que se deba; felicitarse por no encontrar ningún apoyo humano y después dormirse dulcemente en el seno de nuestro Señor Jesús. (Memorial 19)
Voy a vos recorriendo mi desiertocon el corazón despiertopor tu Cruz y tu amistad.Esa Cruz clavó mi alma con tu Cuerpo,pero sé que no estás muerto:Juraste regresar.¡Oh Jesús!, sé que estás vivo.Si vos vivís, yo también estoy vivo.No es verdadque esta noche hayan quedadopara siempre silenciadostu mirada y tu abrazo.Regresé, yo soy la Vida entregaday el alba resucitada,viviente vencedor. No es verdadque lo turbio de mi vida,mi vergüenza y mis heridasson más fuertes que tu amor.Si en la cruz al ladrón le diste abrigo,es que tu nombre es Amigo,tu regalo el perdón.Si Jesús, sos aquel en quién creemos,al que amamos y no vemos,nuestro hermano, nuestro Dios,llámanos, te escuchamos y seguimos.Que es verdad que estamos vivosNuestra vida sos Vos