No es suficiente, porque está escrito: “sean perfectos como el Padre celeste es perfecto”. Digamos, por el contrario, es necesario que mi fervor aumente, que llegue a ser cada vez más piadoso y más puro, más fiel en imitar a Jesucristo y en seguir las inspiraciones de su gracia, para que el día de su venida, sea conforme a él y que en el cielo se consume esta perfecta semejanza con él que será durante la eternidad mi gloria y mi dicha. “Sean perfectos como el padre celeste es perfecto”. “Serán semejantes a él”. (Obligación de los religiosos de tender a la perfección).
Mi única Ganancia – Hermana Glenda
Lo que era para mí una ganancia lo he buscado como perdida a causa de Cristo y más aún que todo es perdida ante el conocimiento de mi Señor por quien perdí yo todas las cosas Y tengo por basura todo con tal de conocerle y ser hallado en el no con justicia mía mediante el poder de su resurrección después de comulgar con sus padecimientos llegar a asemejarme hasta en su muerte Porque Cristo es mi única ganancia mi única razón por que luchar, por que vivir porque Cristo es mi éxito, mi triunfo y recompensa él es mi única ganancia No es que lo tenga ya conseguido menos aun que sea ya perfecto sino que continuo corriendo por si puedo darle alcance pues primero yo fui alcanzado por él Ni creo haberle alcanzado todavía pero olvidando lo que deje atrás me lanzo a lo que está por delante corriendo hasta la meta que Dios me llama que alcance, que alcance en Cristo Jesús Porque Cristo es mi única ganancia mi única razón por que luchar, por que vivir porque Cristo es mi éxito, mi triunfo y recompensa es mi única ganancia
Antífona 1¿Cuál es la semejanza que hay entre tu vida y la vida de Jesucristo, su Hijo, que se ha convertido en nuestro hermano?
Salmo 144Himno a la grandeza de Dios
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;bendeciré tu nombre por siempre jamás.Día tras día, te bendeciréy alabaré tu nombre por siempre jamás.Grande es el Señor, merece toda alabanza,es incalculable su grandeza;una generación pondera tus obras a la otra,y le cuenta tus hazañas.Alaban ellos la gloria de tu majestad,y yo repito tus maravillas;encarecen ellos tus temibles proezas,y yo narro tus grandes acciones;difunden la memoria de tu inmensa bondad,y aclaman tus victorias.El Señor es clemente y misericordioso,lento a la cólera y rico en piedad;el Señor es bueno con todos,es cariñoso con todas sus criaturas.Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,que te bendigan tus fieles;que proclamen la gloria de tu reinado,que hablen de tus hazañas;explicando tus hazañas a los hombres,la gloria y majestad de tu reinado.Tu reinado es un reinado perpetuo,tu gobierno va de edad en edad.El Señor es fiel a sus palabras,bondadoso en todas sus acciones.El Señor sostiene a los que van a caer,endereza a los que ya se doblan.Los ojos de todos te están aguardando,tú les das la comida a su tiempo;abres tú la mano,y sacias de favores a todo viviente.El Señor es justo en todos sus caminos,es bondadoso en todas sus acciones;cerca está el Señor de los que lo invocan,de los que lo invocan sinceramente.Satisface los deseos de sus fieles,escucha sus gritos, y los salva.El Señor guarda a los que lo aman,pero destruye a los malvados.Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,todo viviente bendiga su santo nombrepor siempre jamás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona 2¿Qué espíritu les anima, el de Dios o el del mundo? Decídelo, ¿eres cristiano?
4° Cántico del siervo sufriente
Miren, mi siervo tendrá éxito,subirá y crecerá mucho.Como muchos se espantaron de él,porque desfigurado no parecía hombre,ni tenía aspecto humano,así asombrará a muchos pueblos,ante él los reyes cerrarán la boca,al ver algo inenarrabley contemplar algo inaudito.¿Quién creyó nuestro anuncio?,¿a quién se reveló el brazo del Señor?Creció en su presencia como brote,como raíz en tierra árida,sin figura, sin belleza.Lo vimos sin aspecto atrayente,despreciado y evitado de los hombres,como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos,ante el cual se ocultan los rostros,despreciado y desestimado.Él soportó nuestros sufrimientosy aguantó nuestros dolores;nosotros lo estimamos leproso,herido de Dios y humillado;pero él fue traspasado por nuestras rebeliones,triturado por nuestros crímenes.Nuestro castigo saludable cayó sobre él,sus cicatrices nos curaron.Todos errábamos como ovejas,cada uno siguiendo su camino;y el Señor cargó sobre éltodos nuestros crímenes.Maltratado, voluntariamente se humillabay no abría la boca;como cordero llevado al matadero,como oveja ante el esquilador,enmudecía y no abría la boca.Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron,¿quien meditó en su destino?Lo arrancaron de la tierra de los vivos,por los pecados de mi pueblo lo hirieron.Le dieron sepultura con los malvados,y una tumba con los malhechores,aunque no había cometido crímenesni hubo engaño en su boca.El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,y entregar su vida como expiación;verá su descendencia, prolongará sus años,lo que el Señor quiere prosperará por su mano.Por los trabajos de su alma verá la luz,el justo se saciará de conocimiento.Mi siervo justificará a muchos,porque cargó con los crímenes de ellos.Le daré una multitud como parte,y tendrá como despojo una muchedumbre.Porque expuso su vida a la muertey fue contado entre los pecadores,él tomó el pecado de muchose intercedió por los pecadores.
Todos los cristianos han recibido esta vocación. Ninguno de nosotros entrará en el seno de Dios si no ha llegado a ser conforme a la imagen de su Hijo, como nos lo dice él mismo, que en él ha puesto toda su complacencia.Y para elevar hasta él a todas las miserables criaturas, es necesario que encuentre en ellas los rasgos, y si puedo decirlo así, la figura, la huella viviente de Aquél a quien ha engendrado antes de todos los siglos.Así, el espíritu de pobreza, de mortificación y de obediencia es ese mismo espíritu que debemos tener, ya sea que el Señor nos llame a pasar nuestros días en la soledad, ya sea que nos lleve a vivir en medio de este mundo que Jesucristo ha maldecido, de este mundo por el que no ha rezado.Pero ¿en qué consiste la vocación que has recibido de lo alto? Consiste en una renuncia más absoluta, más íntima, a todo lo que es objeto de los afectos y el amor de los hombres. Tu tesoro es la pobreza, tu voluntad no tener ninguna propia y a partir de ahora no conocerás otras las delicias que las de la penitencia. (A una religiosa en su profesión. 584).
AntífonaCuando Dios, que es espíritu, te transforme a su imagen, te elevarás de claridad en claridad, hasta la fuente de toda belleza, de toda luz y de todo bien.
Mi alma glorifica al Señor, mi Dios,gózase mi espíritu en mi Salvador.Él es mi alegría, es mi plenitud,Él es todo para mí.Ha mirado la bajeza de su esclava,muy dichosa me dirán todos los pueblosporque en mí ha hecho grandes maravillasEl que todo puede, cuyo Nombre es Santo.Su clemencia se derrama por los siglossobre aquellos que le temen y le aman,desplegó el gran poder de su derecha,dispersó a los que piensan que son algo.Derribó a los potentados de sus tronos,elevó a los humildes y a los pobres,los hambrientos se saciaron con sus bienesy alejó de sí, vacíos a los ricos.Acogió a Israel, su humilde siervoacordándose de su misericordia,como había prometido a nuestros padres,a Abraham y descendencia para siempre.
A cada intención respondemos:
Señor, moldea en nosotros el rostro de tu Hijo
-. Que no busque tanto ser consolado como consolar al que sufre.
-. Que no quiera tanto ser comprendido como comprender a mis hermanos.
-. Que no desee tanto los primeros lugares como hacerle lugar a los que no lo tienen.
-. Que no quiera tanto ser servido como servir a los más pequeños.
-. Que no busque tanto ser santo como hacer santos por la educación.
-. Que no desee tanto ser acompañado como acompañar como ángel a los que nos son confiados.
Oh Dios, cuando dices que quieres nuestra santificación, es como si dijeras que quieres encontrar en nosotros todas las perfecciones de su Hijo, que seamos en cierto modo, en la medida que lo permita la humana debilidad, revestidos de Jesucristo, como dice el apóstol, que sigamos a Cristo en todos sus caminos y seamos su imagen viva. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.