Esta consagración introduce al bautizado en la comunión trinitaria y lo hace miembro del nuevo Pueblo de Dios. Aprende de Jesús, Verbo encarnado guiado siempre por el Espíritu, a ser hijo del Padre y hermano de todos.
Mientras estemos unidos, seremos fuertes y dichosos; sí, esta santa unión será el encanto, la gracia y la fuerza de nuestra sociedad. “In unum”, no quiero decir en la misma casa, pero sí en los mismos sentimientos… en la misma caridad, de forma que cuando un cohermano sufra, suframos con él.
1979: Roméo Marcotte (Robert-Eugène)1986: Isidore David (Maurice-Marie) y Edgar Durand (Adrien-Marie)1994: Alexis Lavandier (Valentin-Émile)2012: André Lemire2014: Edmund Kiiza.