Primera lectura: Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10Salmo 18, 8-10.15Segunda lectura: 1 Corintios 12, 12-30
Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.Jesús volvió a Galilea con el poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor».Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.
En el Evangelio de hoy tenemos un trocito del capítulo 1 y otro del capítulo 4. La primera parte nos narra la intencionalidad con la que Lucas escribió su evangelio: “para que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido”. El destinatario es Teófilo, el amigo de Dios, que puedes ser tú o yo.La segunda parte del texto consta, a su vez, de dos partes. Los versículos 14-15 presentan la misión de Jesús en Galilea. En 4, 1 leemos: “Jesús, lleno de Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y era conducido por el Espíritu en el desierto”. Dos dimensiones fundamentales nos presenta el texto: estar lleno del Espíritu y dejarse conducir por Él. Jesús tiene la experiencia del Espíritu y es desde esa experiencia que él se deja llevar y conducir. La enseñanza de Jesús en las sinagogas de ellos es impulsada por el Espíritu.En los versículos 16-21 Lucas no dice que el Espíritu conduce a Jesús a Nazaret y le lleva a la sinagoga.Jesús se levanta para leer, toma el libro que le entregan del profeta Isaías, profeta mesiánico, lo desenrolla y busca un pasaje. Busca el pasaje que exprese cuál es su experiencia de Dios y cómo vive él su misión.¿Qué nos dice de Jesús el texto elegido? Que él se siente lleno del Espíritu, se siente ungido, impregnado de la luz y la fuerza del Espíritu. Es ese Espíritu el que le revela los deseos de su Padre que él acepta con gozo y quien le impulsa a hacerlos realidad. Jesús, por medio del Espíritu, encarna los deseos del Padre, Él es el rostro visible del Padre invisible. En Jesús se nos revela el ser del Padre, su corazón. Es un corazón que quiere ser buena noticia para los pobres, un corazón que ama, que libera, que salva y que es sobre todo gracia derramada.El pueblo se extrañará de este rostro de Dios que no es el Dios en quien ellos creen. El pueblo se extrañará que Jesús elimine las palabras de castigo de la profecía de Isaías, por eso Lucas expresa que “todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él”. Querían escuchar porqué cerró el libro antes de leer el pasaje que daba cuenta del castigo de Dios para los no israelitas… es que el Dios que Jesús viene a revelarnos y del que hizo experiencia, no es un Dios que se goce en el castigo, sino que es esencialmente misericordia (Cfr. Lc 6,36)El texto no es una invitación al compromiso. Lo que busca es revelarnos la experiencia de Dios que tiene Jesús y hacer ver cómo esta experiencia es la verdadera fuente de la misión. La misión surge del conocimiento del corazón del Padre, nace de este conocimiento y lleva a conocerle cada vez más, a hacer nuestra la ternura del corazón del Padre.Jesús cierra el Libro, lo devuelve al ayudante y se sienta (cada vez que se sienta para hablar es porque de su boca saldrán palabras claves): “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Esta debería ser la actitud de todo creyente a la hora de escuchar las Escrituras, el poder decir: “hoy se cumple en mí”. Encarnar en la vida la Palabra de Dios, profundizar el conocimiento del corazón del Padre a partir de la Palabra y actuar en consecuencia, como lo hizo Jesús.
Jesús y la comunidad: comparte su experiencia de Dios con los conciudadanos, eso que ha ido madurando durante años y en especial en este tiempo de desierto después del bautizo. Lo hace desde la Palabra, reinterpretando el texto de Isaías y haciéndolo su proyecto. Jesús vuelve a Galilea con el poder del Espíritu y este será el conductor y animador de su proyecto vital.
Cuándo Dios dice que quiere nuestra santificación, es como si dijera que quiere encontrar en nosotros las perfecciones de su Hijo, que estemos, de alguna manera, en tanto que lo permita la debilidad humana, revestidos de Jesucristo, como lo dice el Apóstol; que sigamos a Jesucristo por todos los caminos; que juzguemos las cosas como él las ha juzgado; que nos guste lo que a él le gustaba; que despreciemos lo que el despreciaba, que odiemos lo que él odiaba; en una palabra, que todos nuestros pensamientos estén de acuerdo con sus pensamientos, ¡qué seamos su viva imagen! Sicut ille ambulavit et ipse ambulare.¿Es esto lo que hacemos? ¿Son éstas las disposiciones que tenemos? ¿Podríamos de verdad, decir a Jesucristo lo mismo que él decía al Padre: Siempre hago lo que te agrada? Pero no dejemos de entrar en detalles y de comparar los sentimientos de Jesús con los nuestros, nuestra conducta con la suya. (En el retiro de la Congregación de S. Méen, S. VIII 2469 – 71)
Que corra tu río, que sople tu aliento,que queme tu fuego por dentro.Que caiga tu lluvia y refresque tu viento,que traigas un avivamiento.Y sea un torrente por el mundo entero.Griten los montes con alegría,vean los ciegos la luz del día.Rómpanse yugos de esclavitudy por los siglos reine Jesús…Recorre las vidas carentes de amor,consuela a tu paso el corazón.Visita aun el más oscuro rincóny ahí has brillar tu salvación.Griten los montes con alegría,vean los ciegos la luz del día.Rómpanse yugos de esclavitudy por los siglos reina Jesús.Fiel, justo y verdadero,soberano salvador del universo.