San David Galván – Santa Martina

Padre bueno,
te doy gracias por la vida,
regalo de tu amor.
Haz que la comparta con todos:
con mis hermanos, con mi familia,
con mis amigos,
tejiendo lazos como lo hizo Jesús.
Envíame tu Espíritu Santo
para descubrir lo que quieres de mí.
Hazme cada día más parecido a tu Hijo:
que sus sentimientos sean mis sentimientos,
que sus pensamientos
sean mis pensamientos,
que su proyecto sea mi proyecto,
que ame como Él amó.
Como a María, Padre Bueno,
concédenos a todos
un corazón dócil a tu Palabra. Amén

  • Por las vocaciones en nuestro Distrito y la casa de formación de El Alto.
  • Por la preparación del Capítulo de Distrito.
  • Por la preparación a la profesión perpetua del H. Walter.
  • Por la familia menesiana del colegio Nuestra Señora del Rosario de Bialet Massé.
  • Por los menesianos, las obras y las vocaciones de la Provincia San Juan Bautista (Francia, Inglaterra, Italia)

La consagración a Dios es inseparable de la misión con la que forma una unidad: ser consagrado a Dios implica ser enviado al mundo.

Quedo confiado en el seno de la Providencia como un niño pequeño y cuando llegue la hora del despertar, diré desde el fondo de mi corazón a mi buena madre: Aquí estoy, vengo a hacer tu voluntad.

1965: Trophime Certain
1997: Andrew O’Rourke (Paschal Mary)
2013: Philippe Fontaine (Tharcisius-Conrad)

DAVID GALVAN  (1881-1915) fue un sacerdote mexicano. Desde sus comienzos como sacerdote, se caracterizó por ayudar a los más pobres. Trabajó en el seminario y fue fundador y director de la revista del mismo, llamada “Voz de aliento”. En 1914, mientras era vicario de Amatitán ayudó a una jovencita que era deseada por el teniente Enrique Vera, negándole que contrajera nupcias con ella porque ya estaba casado. Esto acarreó al padre Galván la enemistad del militar, quien se convirtió en su verdugo, por lo que fue encarcelado. Si bien recuperó la libertad, en enero de 1915, con motivo de una revuelta, mientras ayudaba a unos heridos, fue apresado de nuevo por el militar y fusilado. Fue canonizado en el año 2000 por el papa Juan Pablo II.