3.- SAINT-BRIEUC

Saint-Brieuc es el lugar donde Juan María se da de narices con la realidad de la educación en su Bretaña querida, con los niños por las calles sin escuela, abandonados a su suerte. Allí es también donde ve los intentos del gobierno de dar respuesta a la situación, respuesta que él considera equivocada. Y allí escucha a Jesús decir. «Dejen que los niños vengan a mí» y se pone manos a la obra.


Jesús dijo a sus discípulos: «Dejen que los niños vengan a mí…» Para un menesiano allí está su misión, debe ser el pastor de esas pequeñas ovejas que necesitan una guía que los lleve a la verdad y a la Vida:

1.- Juan María y Gabriel se sintieron pro-vocados por una realidad lacerante: los niños en la calle sin estudios, sin guías que los lleven por el camino del bien, expuestos a todo tipo de vicios y malas costumbres. Muchos además debían trabajar para llevar el pan a su familia. Se sintieron llamados a acogerlos, educarlos y gestar con ellos y para ellos un futuro mejor
¿Qué conmovió tu corazón y puso en marcha tus pies y manos para ser hoy un/a menesiano/a?

2.- Ellos vibraron con el pedido de Jesús “dejen que los niños vengan a mí”. Y así lo expresan en la oración aparecida ya en la primitiva Regla de 1823: “»Jesús, que has dicho: ‘Dejen que los niños vengan a mí’, y que me has inspirado el deseo de conducirlos hacia ti, dígnate bendecir mi vocación…”
¿Qué Palabras de Jesús tocaron tu fibra íntima y te impulsaron a vivir comprometido/a?

3.- ¿Cómo describirías a un menesiano ideal para el mundo de hoy?

4.- Cuenta tu experiencia de misionero menesiano.


El h. Miguel ángel Merino nos explica qué es un Carisma. Este texto, si bien fue pensado para los religiosos, nbien piuede servirnos a todos, hermanos y laicos, para


Sermón dirigido a las Hermanas del Refugio que atendían a los necesitados de Saint-Brieuc:

Caminando por las sendas de este mundo,
si descubres un niño sin poder crecer,
abre tu escuela menesiana
y así podrás tener fuerzas y alas
para poder volar.

Atrévete, vamos a construir. ¡Ven!
un cielo para que suene su voz
y cante libre.
Mírate, abre tu corazón ya,
para buscar…

Si entendemos la esperanza menesiana
y ponemos a nuestro sueño su color.
Un arcoíris limpio y grande alumbrará
la senda para todos juntos andar.

Atrévete, vamos a construir. ¡Ven!
un cielo para que suene su voz
y cante libre.
Mírate, abre tu corazón ya,
para buscar…

Busca la estrella que guiará
nuestro camino al andar.