1ª Pedro 5, 1-4Salmo 22, 1-6
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?Ellos le respondieron: Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas.Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.Y Jesús le dijo: Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te dará las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.
El de Mateo es el único evangelio en el que encontramos las palabras de Jesús en las que se refiere a Pedro como la piedra sobre la que edificar la Iglesia, a la vez que le promete la entrega de “las llaves del Reino”. Más aún, sólo en esta ocasión aparece el término iglesia (ekklesia). Todo ello nos hace pensar que nos encontramos, no ante las palabras del Jesús histórico, sino ante un texto elaborado por la comunidad que empezó a reconocerse como “nuevo pueblo” o “nueva asamblea” de Dios, en sustitución del Pueblo de Israel, tal como se afirmaba en otros pasajes del mismo evangelio. Como nueva iglesia, la comunidad de Mateo, reconoce a Pedro como su figura de referencia, que hace el nexo con Jesús.Es inevitable que los humanos leamos la realidad desde una perspectiva concreta y situada. Lo cual significa que toda lectura será siempre relativa-como es relativo todo lo que se refiere al mundo de las formas, materiales o mentales. No solo eso: nuestra lectura de la realidad se va “haciendo” a medida que vamos viviendo, de manera que vamos incorporando nuevos elementos que, en primer momento, no aparecían. Me parece esto es lo que ocurre, tanto en cada persona como en los grupos. Y así debieron escribirse los textos evangélicos: a partir de una experiencia puntual- en contacto con Jesús-, se fue desarrollando una vivencia personal y comunitaria, a lo largo de las décadas, que cristalizó finalmente en los textos que han llegado hasta nosotros. Textos que se han ido “enriqueciendo” con la misma experiencia, a cuya luz se leía, e incluso se “reinterpretaba” la experiencia original, de modo que no dudaban en atribuir a Jesús expresiones que el nunca dijo pero que, sin embargo, estaban completamente asumidas o integradas en la propia comunidad.Todo esto nos lleva a una conclusión clara: nunca estuvo en el ánimo de Jesús la fundación de una religión, tal como habría de desarrollarse posteriormente. Lo cual no quita legitimidad al proceso de constitución de la misma, pero me parece importante movernos con rigor, para evitar tergiversaciones que, aunque bienintencionadas, siempre termina pasando factura, porque nada puede construirse establemente fuera de la verdad.
Presten atención, hijos míos, a las palabras de Jesucristo considérenlas una por una. Vean que él está comparando aquí su iglesia a un edificio del cual él es el arquitecto. Es a Simón, hijo de Jonás (Juan), cuyo nombre cambia al de Pedro, para señalar la estabilidad y la fuerza del poder que le dará; digo, que es a Simón, a quien él designa como su fundamento inquebrantable; es sobre él que la iglesia será edificada; es en él que todo será apoyado, que todo descansará; es a él a quien en primer lugar se entregan las llaves del reino de los cielos para marcar su autoridad suprema». (Para la fiesta de San Pedro)
¿Quién escucha a quién cuando hay silencio?¿Quién empuja a quién, si uno no anda?¿Quién recibe más al darse un beso?¿Quién nos puede dar lo que nos falta?¿Quién enseña a quién a ser sincero?¿Quién se acerca a quien nos da la espalda?¿Quién cuida de aquello que no es nuestro?¿Quién devuelve a quién la confianza?Quién libera a quién del sufrimiento?¿Quién acoge a quién en esta casa?¿Quién llena de luz cada momento?¿Quién le da sentido a la Palabra?¿Quién pinta de azul el Universo?¿Quién con su paciencia nos abraza?¿Quién quiere sumarse a lo pequeño?¿Quién mantiene intacta la Esperanza?¿Quién está más próximo a lo eterno:el que pisa firme o el que no alcanza?¿Quién se adentra al barrio más inciertoy tiende una mano a sus “crianzas”?¿Quién elige a quién de compañero?¿Quién sostiene a quien no tiene nada?¿Quién se siente unido a lo imperfecto?¿Quién no necesita de unas alas?