Primera Lectura: Deuteronomio 26, 1-2.4-10Salmo Responsorial: 90, 1-2.10-15Segunda Lectura: Romanos 10, 5-13
Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre.El demonio le dijo entonces: Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan.Pero Jesús le respondió: Dice la Escritura: «El hombre no vive solamente de pan».Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: Te daré todo este poder y esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá.Pero Jesús le respondió: Está escrito: «Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto».Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: «El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden». Y también: «Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra».Pero Jesús le respondió: Está escrito: «No tentarás al Señor, tu Dios».Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno.
Estamos en el llamado domingo de las tentaciones. En primer lugar, Lucas cambia el orden de las tentaciones con respecto a Mateo. Lucas, coloca como última la tentación del pináculo del Templo de Jerusalén, pues para Él todo el evangelio es una gran subida a Jerusalén. Por otra parte, como veremos, es en Jerusalén donde Lucas va a retomar el relato de las tentaciones, eso es lo que insinúa cuando dice que el demonio se aleja ‘hasta el momento oportuno’.En segundo lugar, Mateo da importancia a las palabras de Jesús. Lucas las acorta y alarga las palabras del demonio. Con esto pone de relieve que las tentaciones están presentes en la vida. Las tentaciones conforman el tejido cotidiano. Juan María también entiende que la vida es una vida tentada (tensada) entre hacer el propio proyecto y hacer el proyecto de Dios.En otro orden, Lucas deja muy en claro que es el Espíritu Santo quien conduce a Jesús desde el Jordán al desierto. La docilidad de Jesús al Espíritu recibido es impresionante. Así, todo discípulo de Jesús está invitado a mirarse en ese mismo espejo y actuar en consecuencia. En lo personal, ¿quién guía a quién?El demonio usa la expresión: ‘Si eres Hijo de Dios’. Esta viene recogida en la primera y en la tercera tentación, encuadrando la segunda. La primera y tercera tentación hacen referencia al pan y al agua en el desierto. Ambas expresan, pues, la actitud de confianza en el Señor, dejarse guiar por Él. La segunda hace referencia al becerro de oro.El diablo usa la Palabra y Jesús se apoya en la Palabra. El diablo cita la Palabra de Dios. Como dice Tomás Merton: ‘El demonio no teme predicar la voluntad de Dios, mientras pueda hacerlo a su modo’. Esto nos hace estar muy atentos a cómo y desde dónde leemos la Palabra de Dios. El demonio busca poner en relación la Palabra de Dios con nuestras necesidades psicológicas y nuestros deseos. ‘Sintió hambre’, ‘te daré poder y gloria’ y ‘los ángeles te protegerán’. Jesús lee la Palabra desde la actitud de obediencia al Padre. No la lee desde él, sino desde el Padre y desde la confianza en el Padre.Respecto de la primera tentación leemos en Dt 8, 3: ‘Él te afligió haciéndote pasar hambre y después te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para enseñarte que el hombre no vive sólo de pan, sino de todo lo que sale de la boca de Dios’. Son las palabras con las que responde Jesús al demonio. Este texto hace referencia a Ex 16. El pueblo protesta contra Moisés y Arón y dice: Ojalá hubiéramos muerto a mano del Señor en Egipto cuando nos sentábamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos. Nos ha sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta comunidad.La pregunta que se nos plantea es la siguiente: ¿Cuál es la primera necesidad en nuestra vida? ¿Es la del pan o es Dios, fuente de toda vida? ¿Es la necesidad de comer por la cual estamos dispuestos a permanecer esclavos o es la libertad que Dios nos ofrece sacándonos al desierto? ¿Es la seguridad propia o la confianza en el Señor? También para Lucas el desierto es el símbolo de la vida.Respecto de la segunda tentación leemos en Dt 6, 13: ‘Al Señor tu Dios respetarás, a Él sólo servirás, sólo en su nombre jurarás’. Son las palabras que usa Jesús. Esta palabra hace alusión a Ex. 32. Es el relato del becerro de oro. Un dios que podemos tocar y manipular. Un dios hecho por manos humanas. Un dios que nos promete poder y gloria. Un dios que llevamos de un lado para otro. Un dios con el que decidimos nosotros cuándo ponernos en marcha y cuándo detenernos. Un dios a nuestra medida. Esa es la gran tentación. Del dios creado por nosotros es imposible ser hijo, más bien somos sus padres. ¿En qué Dios creemos?Es el momento de preguntarme cuál es la imagen que tengo o que me he fabricado de Dios. El test para responder es ¿cómo entiendo la omnipotencia de Dios, como poder o como amor oblativo?Respecto de la tercera tentación leemos en Dt 6, 16: ‘No tentarás al Señor tu Dios, poniéndolo a prueba, como lo tentaste en Masá’. Son las palabras que usa Jesús para responder. Este texto alude al Ex 17, 1–7. Dicen los israelitas: ¿Por qué nos has sacado de Egipto, para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y al ganado? ¿Está o no con nosotros el Señor? Dios hace surgir el agua de la roca.Podemos preguntarnos: ¿Cuáles son los criterios que utilizamos para saber si Dios está con nosotros o no?
Jesús con su Padre:Es un lazo esencial que define su identidad y le da vida. Lazo que precede el nacimiento y que luego fue moldeado al estilo humano por María y José en la infancia y cultivado y sostenido por él mismo, en el tiempo. El Espíritu lo condujo al desierto, lugar para discernir el proyecto del Padre y luchar con el mal. Su olfato divino le ayudó a no caer en la trampa.Jesús y la Palabra:Jesús fue formado en diálogo con la Palabra desde el seno familiar. Se dejó trabajar por el Espíritu durante ese tiempo y por eso ante los planteos del demonio, las respuestas le venían dadas por la misma Palabra. En la Palabra encuentra el camino y la vida, en la Palabra encuentra la fuente que alimenta, en la Palabra la fuerza para sostenerse en libertad y servicio.
No te alteres por las tentaciones que experimentas involuntariamente; son pruebas que Dios te envía para humillarte y hacerte comprender la necesidad que tienes de su gracia para sostenerte y de la vigilancia para no caer. La oración y una continua vigilancia, he aquí las dos armas con las cuales rechazarás los ataques del enemigo de la salvación, de ese león rugiente, como le llama la Escritura, que ronda alrededor buscando a quien devorar». (Al H. Ambrosio, 8 de noviembre de 1825)
Marchó al desierto Jesús,movido por el Espíritu.Cuarenta días y noches,apartándose, ayunó.Pero al final sintió hambrey el diablo entonces le dijo:Si eres el Hijo de Dioshaz que estas piedras se hagan pan,para que con tu poderpuedas el hambre al fin saciar.Pero Jesús le dijo: Escrito está:El hombre no sólo vive de pan,sólo de pan.Porque con su palabraDios dará el pan de la justicia,la hermandad y la verdad.El diablo llevó a Jesúshasta la parte más altadel Templo, en la Ciudad Santay de nuevo lo probó:Si en verdad eres su Hijo,salta pues ya ha sido escrito:Ángeles Él ha mandado sobre ti.No hay qué temer.Te llevarán en sus manos sin que tropiece tu piePero Jesús le dijo: Escrito está:A tu Señor y Dios no probarás,no probarás.Su Reino instaurará con humildad,se mostrará en el pobrey sufrirá como uno más.El diablo llevó a Jesúsa una montaña muy alta,donde los reinos del mundopodían verse en esplendory lo tentó nuevamentecuando al mostrarle decía:Cuanto aquí ves puedo dartesi te postras ante mí;tan sólo si tú me adoras, será todo para ti.Pero Jesús le dijo: Escrito está:Sólo al Señor, tu Dios, adorarás,y servirás.Quien sirve al dios dinero o al poder,el reinado de Dios no podrá ver,ni entrar en él,no podrá ver, ni entrar en él.