1º martes de Cuaresma

Isaías 55, 10-11
Salmo 33, 4-7. 16-19

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.
No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.
No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.

El Padre Nuestro es una oración sencilla; oración de niño, confiado en el amor de su papá, que lo cuida y protege, pero que también le exige.
En la primera parte se reconoce la supremacía de Dios en el cielo y en la tierra, y en la segunda se le pide el pan, el perdón y la protección.

Y Jesús, después de enseñarnos esta sencilla plegaria, nos insiste en lo importante que es tener el corazón libre de rencores y deseos de venganza. El Padre, que es como aquél de la parábola, que no se enoja con sus dos hijos, uno rebelde y el otro rencoroso, nos pide que perdonemos al hermano, aunque haya sido injusto y agresivo con nosotros.

“El Padrenuestro hunde sus raíces en la realidad concreta del hombre. Nos hace pedir lo que es esencial, como el “pan de cada día”, porque como nos enseña Jesús, la oración no es algo separado de la vida, sino que comienza con el primer llanto de nuestra existencia humana. Está presente donde quiera que haya un hombre que tiene hambre, que llora, que lucha, que sufre y anhela una respuesta que le explique el destino”. (Papa Francisco)


MÁXIMA
Dios es Padre de todos


Mirándolo bien, cada falta que uno comete es una razón de más para confiar en Dios. ¿Piensan que porque son débiles Dios los va abandonar? ¿Piensan que porque son pobres, les rehusará la gracia, que sabe que tanto necesitan? No, no, se las dará él mismo, con todas sus riquezas, y se alegrará porque podrá extender sobre ustedes toda su misericordia. Esperen de él perdón, indulgencia, amor, aunque no esperen de ustedes mismos más que miseria y pecado”. (Memorial 7-8)

Quiero decirte padre en Aimara
Quiero cantarte padre en Araucano
Quiero mostrarte padre tierra y mares
Quiero darte las gracias por mi Amerindia

Quiero decirte fuerte que te amo en Quechua
Quiero sembrar tu reino con trigo Maya
Quiero darte mi vida como Azteca
Quiero adornar tu frente con oro Inca

Mi padre en tu corazón yo encuentro
Mi sintonía, mi sintonía
Y quiero consagrar ahora a mi pueblo
Toda mi vida, toda mi vida

Quiero decirte padre en Guaraní
Quiero cantarte padre con mi alma Cuara
Quiero mostrarte padre mi Amazonía
Quiero darte las gracias por mi Amerindia

Quiero decirte fuerte que te amo en Quechua
Quiero sembrar tu reino con trigo Maya
Quiero darte mi vida como Azteca
Quiero adornar tu frente con oro Inca.