Señor, quiero ver.Quiero ver las situacionesy las personas como tú las ves.Quiero ver y hacerme cargo, como tú,de los niños y jóvenes que estánsentados al margen de la vida,del sentido, de la integración social.Señor, quiero ver la vida con ojos nuevos,con corazón de entrañable misericordia.Señor, quiero ver y avivar en míla pasión por los niños, por los jóvenesy por todos los que están sedientosde presencia y cercanía.Señor, quiero ver y, como Juan María,quiero tener los ojos bien abiertospara ir a la frontera, al extremo,donde nadie alcanza,porque desde allí lleganlas voces más apremiantesque nos convocan y provocan.
Su estado de consagrado, la conciencia de su debilidad y el estricto respeto de los demás, llevan al Hermano a la prudencia y a la vigilancia en sus ambientes de vida, de trabajo y de ocio, así como en el uso de las redes sociales.
¡Qué tiempos, mi querido amigo, qué tiempos tan terribles vivimos! Sin embargo, debemos someternos a la voluntad adorable de Aquel que golpea y cura y avanzar hacia el futuro cerrando los ojos, o más bien levantándolos hacia la montaña desde la que esperamos nuestra ayuda.
1979: Hervé Lacerte (Flavien-Joseph)2017: Claude Simon (Louis-René)